14 Mayo 2025
PENSATIVO. Ariel Martos trabaja a contrarreloj pensando en el partido contra Quilmes. Foto CASM.
En los últimos minutos de la derrota contra Atlanta, Mauro Osores protagonizó una escena que dejó sin aliento a los hinchas de San Martín de Tucumán. A pesar de no estar en plenitud física, el defensor se sumó con esfuerzo al área rival en una jugada de pelota parada. Apenas podía pisar con firmeza, pero igual se elevó en busca del cabezazo, desafiando el dolor frente a la atenta mirada de Francisco Rago, arquero del “Bohemio”. Esa imagen, tan épica como preocupante, concentró la atención de los fanáticos del “Santo”, y no sólo por lo que representó en ese momento del partido, sino por lo que vendría después.
Más allá de que la heroica no se concretó y el equipo se quedó sin puntos en Villa Crespo, el foco del cuerpo técnico se trasladó rápidamente a la situación del zaguero central. Los estudios médicos posteriores confirmaron lo que todos temían: Osores sufrió un desgarro muscular que lo dejará fuera de competencia durante varias semanas.
Ante este panorama, Ariel Martos se puso al frente de una semana compleja de entrenamientos, planificando el duelo del sábado frente a Racing de Córdoba con varias incógnitas por resolver.
El desafío no es sólo encontrar reemplazantes, sino mantener la estructura y la intensidad que San Martín mostró en lo que va de la temporada.
La baja de Osores no llegó sola. A ella se sumó la ausencia de Matías García, quien acumuló cinco tarjetas amarillas y también quedó al margen del choque contra la “Academia” cordobesa. Esto obligará al entrenador a modificar el equipo titular, algo que no sucedía desde hacía dos fechas, en las que había podido repetir formación. Así, Martos analiza posibles variantes para cubrir dos posiciones importantes en el esquema.
Osores venía teniendo un rendimiento notable y se había acoplado con solidez al funcionamiento defensivo de Guillermo Rodríguez. En total, disputó ocho partidos como titular, con un promedio de 89 minutos por encuentro y un total de 714 minutos jugados. Si bien no aportó asistencias ni goles, su precisión de pase fue del 85% con un promedio de 30,1 pases precisos por partido. Por su parte, en defensa, fue una garantía: cinco vallas invictas, 11,8 balones recuperados por partido, 3,6 despejes y un promedio de 1,8 veces regateado por juego. Su capacidad para ganar duelos también fue destacada, con un 60% de eficacia en duelos totales y un 68% en duelos aéreos.
Ante su lesión, quien asoma como principal reemplazante es Juan Orellana. El oriundo de Taruca Pampa sumó 28 minutos en Villa Crespo tras haber estado varios partidos fuera de las convocatorias. Su última aparición había sido en la sexta fecha, cuando San Martín igualó sin goles ante Tristán Suárez.
Mientras que otra alternativa es Tiago Peñalba, quien no fue citado en los últimos cuatro partidos pero podría volver a escena en La Ciudadela.
Mediocampo en revisión
La salida de García supone un reto extra. Su rol como volante de contención fue vital para el equilibrio del equipo, tanto en la recuperación como en la distribución del juego.
Por eso su ausencia obligará a Martos a mover piezas, aunque llegó una buena noticia con el regreso de Jesús Soraire, quien había estado ausente por lesión y regresó con un rendimiento destacado en la victoria frente a Colegiales 2-0.
Sin embargo, no se descarta que Juan Cuevas pueda ser incluido en el “11” inicial. El volante ofensivo, que lleva dos goles en el torneo, viene mostrando un alto nivel en la generación de juego y también sumó minutos frente a Atlanta.
Su claridad para manejar la pelota en los últimos metros puede ser clave ante un rival que suele replegarse y cortar circuitos internos.
La decisión final dependerá del análisis del cuerpo técnico en los próximos entrenamientos, pero está claro que San Martín tendrá que reinventarse para volver al triunfo frente a su gente.
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