LA GACETA / DIEGO ARAOZ
Tarucas jugará mañana su penúltimo partido de la fase regular del Súper Rugby Américas. En Brasil, ante Cobras, la franquicia del NOA buscará un triunfo que le permita llegar a la última fecha con chances de avanzar a semifinales. En el grupo que viajó se encuentra Benjamín Garrido, pilar de Huirapuca y uno de los puntos altos del equipo en todo el torneo.
A sus 21 años, Tarucas representa la primera experiencia en un equipo profesional para Garrido. “Antes estaba en el PlaDAR, así que estoy acostumbrado al alto rendimiento, pero esto, obviamente, es distinto. Lo estoy disfrutando mucho, aprovechando a full”, remarcó el pilar monterizo en diálogo con LA GACETA.
Aunque el equipo tiene base en Tucumán, para Garrido la experiencia es mixta: durante la semana se hospeda en el Catalinas Park, junto a los jugadores “foráneos”, y los fines de semana vuelve a su Monteros natal. “Conocí mucha gente; a los pibes de Mendoza, a chicos de Tucumán que no conocía como personas. Se armó un grupo muy lindo”, aseguró.
Garrido contó que, pese a la importancia de la franquicia, cuando se anunció que nacía un nuevo equipo argentino con sede en Tucumán, no se propuso como objetivo principal formar parte del plantel. “Siempre doy el 100% en lo que hago, y eso dio sus frutos. Por eso me llamaron. Es un orgullo estar acá; sé que trabajé mucho para hacerlo”, afirmó.
Multidisciplinario
El apellido Garrido no es nuevo para el rugby, y tampoco para Huirapuca. Rafael, padre de Benjamín, también fue pilar del equipo de “La Perla del Sur” y llegó a vestir la camiseta de los “Naranjas”. Su tío materno, Pablo Albornoz, todavía juega en “Huira”.
Sin embargo, durante años Benjamín se destacó en otra disciplina que también tiene historia en su familia: el vóley. Su abuelo, José “Sapo” Albornoz, fue armador de Social Monteros entre las décadas del 70 y del 80. Y en ese mismo puesto, Benjamín se desempeñó durante años en el mismo club.
“Arranqué jugando al rugby de muy chico, pero después dejé, y jugué al vóley desde los 11 hasta los 17 años. Probé porque tenía un grupo de amigos que arrancó a jugar, y me gustó mucho”, recuerda Benjamín sobre sus comienzos. En esa época no solo se divertía y aprendía, sino que también se destacaba deportivamente. De hecho, llegó a integrar el seleccionado tucumano Sub-14. Sin embargo, finalmente decidió volver al rugby.
“En 2021, mi primer año de M19, empecé en Huirapuca. Y desde ahí no le aflojé”, dijo Garrido, que aplicó algunos aprendizajes del vóley en el rugby. Eso le permitió desarrollar un destacado juego de manos, poco habitual para un primera línea.
“Como era armador, tenía que ser bastante ágil. Eso me dio bastante control de pelota para el rugby, pero también depende mucho de cómo me paro afuera. Me gusta mucho largarme a jugar con la pelota”, reconoció.
Volver al rugby también fue cumplir el deseo de su familia, que siempre lo apoyó, tanto en el vóley como con la ovalada. Su padre, Rafael, es uno de sus principales consejeros. “La mayoría del tiempo estamos hablando de rugby, comentando lo que pasa. Está muy contento por mí. Gracias a Dios tengo a mi familia que me apoya en todo”, indicó Benjamín.
Con la ilusión latente
Garrido destacó el nivel que mostró Tarucas en el torneo y se mostró conforme con su rendimiento personal. “Estoy muy contento con el nivel que estoy plasmando en la cancha. El torneo tiene un nivel muy alto, con una exigencia muy dura, sobre todo en las transiciones, pero me adapté bastante bien”, reflexionó.
Aunque los resultados no fueron los esperados en muchos casos, el pilar monterizo mantiene una mirada positiva. “Nos hacemos muy fuertes con los forwards; tenemos una muy buena primera línea. Varios partidos se nos escaparon por detalles, pero somos un gran equipo”, aseguró.
Y por supuesto, la ilusión de avanzar a semifinales todavía está latente. Para eso, un triunfo mañana no solo es importante, sino necesario. “Cobras es un rival duro que también juega; no por sus resultados previos significa que vayamos a ganar fácil. Queremos ganar y sacar todos los puntos que podamos, y para eso hay que dar el 100%, cada uno enfocado en lo que tiene que hacer”, subrayó.
Tan enfocado está Garrido en los últimos partidos que todavía no piensa más allá de Tarucas. Aunque por su mente ya pasan algunas ideas para lo que resta del año. “Seguramente voy a volver al club, a compartir cancha con mi tío en sus últimos años, y después se verá”, dijo.
¿Y el sueño de Los Pumas? “Obviamente sería un orgullo muy grande para mí, pero todavía soy muy chico. Voy a seguir siempre dando el 100%, y veremos qué pasa”, concluyó Garrido, uno de los puntos altos de Tarucas en el Súper Rugby Américas.























