27 Mayo 2025
El autosabotaje es bastante común como una práctica inconsciente. Lo malo de este comportamiento es que el único en problemas es la misma persona y evita el avance en proyectos personales, académicos, laborales y amorosos.
Este hábito puede ser causado por diferentes razones psicológicas y también puede desarrollarse en múltiples maneras: excusas, procrastinación, falta de motivación, evitación de situaciones, y errores intencionales. Esto suele Reforzar pensamientos negativos sobre uno mismo y sus capacidades.
“Al perseguir una meta, a veces nos centramos únicamente en el resultado deseado y descuidamos el proceso que seguiremos para lograrla. Curiosamente, esto puede reducir nuestras probabilidades de alcanzarla. Otras veces, perdemos de vista el motivo inicial de nuestra búsqueda y terminamos perdiéndonos en detalles”, escribió Eduardo Briceño, autor de The Performance Parados, para Harvard Business Review.
Tres formas de evitar sabotear objetivos según Harvard
-Solo estableces objetivos de desempeño
Según escribe Briceño, sí es necesario establecer objetivos de desempeño, relacionados con cómo se quiere ejecutar una tarea o alcanzar una meta. Sin embargo, también es fundamental incluir objetivos de aprendizaje, que se centren en adquirir los conocimientos, habilidades y herramientas necesarias para lograr esos objetivos. Al equilibrar ambos tipos de metas, se fortalece el proceso de mejora continua.
Cuando el enfoque se limita únicamente al desempeño, se pierde de vista el crecimiento a largo plazo y la posibilidad de seguir aprendiendo con el tiempo. Esto puede estancar el desarrollo personal y profesional, impidiendo que se generen nuevas oportunidades o se superen desafíos futuros. Incluir objetivos de aprendizaje permite adaptarse, innovar y avanzar constantemente. Hay que identificar qué habilidades se necesitan para ir subiendo de nivel, y tener apertura a aprender todo lo necesario para desarrollarlas y dominarlas,
-Los objetivos propuestos son de bajo nivel
“Los objetivos de alto nivel suelen representar nuestros objetivos principales: las razones que motivan nuestras acciones. En cambio, los objetivos de bajo nivel suelen ser los métodos o pasos que utilizamos para alcanzarlos”, dice Briceño.
Los objetivos de bajo nivel se fijan cuando alguien se pregunta “¿cómo puedo lograr esto?”, esos son pasos y acciones para llegar a ese objetivo mayor. Son necesarios pero no es buena idea que estos se conviertan en lo más importante, debido a que pueden opacar el objetivo mayor y que no se logre el mejor método para el “por qué”. Siempre hay que tener esa respuesta en mente para no perder la motivación y el foco.
-El formato de pensar se vuelve muy estrecho, más de lo que debería
Pensar de manera estrecha se refiere a enfocarse en una sola meta, esto puede llevar a perder oportunidades, y la creatividad para resolver de nuevas formas los problemas. Estos problemas llevan al estancamiento. “Cuando te sientas estancado o no sepas cómo superar un obstáculo que te impide alcanzar tu objetivo, haz una pausa. Considera explorar áreas fuera de tu experiencia para inspirarte. Esto te ayudará a comprender mejor cómo funciona el mundo y cómo todo está interconectado” recomienda el experto.
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