LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
“Queríamos terminar el torneo con una sonrisa”. La frase de Mariano Perondi refleja el pensamiento de todo Tarucas antes del partido con Yacaré, que marcó el cierre de la primera fase del Súper Rugby Américas. Y, para la franquicia del NOA, el cierre de su primera participación. La sonrisa, quizás no del todo completa, llegó, porque el equipo de Álvaro Galindo goleó 44-24 a Yacaré en “La Caldera del Parque”.
El partido, es cierto, perdió impacto el viernes, porque la victoria agónica de Selknam sobre Dogos en Córdoba le dio la clasificación a los chilenos, y dejó tanto a Tarucas como a Yacaré sin chances de avanzar a semifinales. Eso no impidió que tucumanos y paraguayos disputaran el partido con total intensidad, y salieran a jugar sin importar el contexto.
“Creo que cambió algo dentro de las fibras musculares de los nervios. Había algo que no se podía buscar, entonces quizás se sacaron ese peso de encima”, reconoció Galindo tras el partido. Quizás, desde ese lado, se explica que un partido que se preveía físico y cerrado haya terminado con un goleo tan alto.
La fría noche tucumana estuvo cargada de emoción, pese a que el marco de público no fue el mismo que en partidos anteriores -lógico por el clima y por la imposibilidad de Tarucas de avanzar a semifinales-. Antes del comienzo del partido, Fernando Renta Mora, CEO de la franquicia tucumana, reconoció a los integrantes de los “Naranjas” de 1985, aquel histórico seleccionado que logró el primer título argentino para el rugby tucumano.
Dentro del propio plantel de Tarucas también fue una noche especial. Ya eliminados, los jugadores sabían que sería su último partido juntos, al menos por un tiempo. Y ya sin el peso de luchar por la clasificación, como señaló Galindo, salieron a divertirse, a disfrutar y a jugar. Y salió bien.
Con un try muy tempranero de Stefano Ferro, en el primer minuto de juego, Tarucas empezó a llevar las riendas del partido. Fue el equipo local el que, casi siempre, demostró mejores intenciones y más claridad con pelota en mano.
Algunas indisciplinas le permitieron, por momentos, ganar metros a Yacaré, pero la franquicia paraguaya apenas pudo sumar en el primer tiempo por intermedio de un penal de su apertura, Joaquín Lamas. Tarucas, en cambio, marcó un segundo try, a través de Thiago Sbrocco, y estiró distancia con dos penales de Nicolás Roger, que tuvo una noche implacable desde la patada. El 20-3 al cierre de la primera mitad plasmaba, efectivamente, la superioridad de Tarucas en casi todas las facetas de juego: en el contacto, en las formaciones fijas y en el juego de manos.
El arranque del segundo tiempo parecía una continuidad de la superioridad “naranja”. A los cuatro minutos, Tomás Medina ensayó una gran jugada personal, limpiando a dos hombres -uno por habilidad, otro por potencia- y soltando un pase de rever de lujo para Bautista Estofán, que sin marca escapó y apoyó bajo los palos para el 27-3 parcial.
La superioridad de Tarucas se mantuvo, sí, pero también aumentó la indisciplina, y evidenció algunas desconexiones. Yacaré, un poco más enchufado, aprovechó esos errores y tuvo más voracidad ofensiva. Así, el trámite se abrió, y llovieron los puntos en los últimos 25 minutos. Yacaré marcó tres tries, de la mano de Julián Quetglas (por duplicado) y Ramiro Amarilla, mientras que Tarucas llegó dos veces más al ingoal rival: una por intermedio del segunda línea mendocino Álvaro García Iandolino, y otra a través de su capitán, Santiago Aguilar, tras imponerse en un scrum a metros del ingoal paraguayo. Un penal de Roger también sumó para los de Galindo, que se impusieron por 44-24 al Yacaré de Ricardo Le Fort, gloria del rugby tucumano.
“No hay mucho que reprocharse. Jugamos 11 partidos con gran expectativa y chances de clasificar a semifinales. Muy feliz de que hoy, aún sin tener esa zanahoria, los chicos hayan salido a jugar como lo venimos haciendo todos los partidos. Eso demuestra el carácter y la identidad del equipo”, reflexionó Galindo tras el triunfo.
“El objetivo era cerrar con una victoria y plasmar en cancha lo que hicimos en la semana. Para eso entrenamos, y para eso jugamos. Lo pudimos hacer completamente, se vio en el resultado”, indicó Perondi. “Nuestro propósito seguía intacto más allá del resultado del partido de ayer: seguir creciendo, dejar nuestra huella y defender nuestro honor. Y creo que lo hicimos”, sostuvo, por su parte, García Iandolino.
No habrá sido con el boleto a semifinales, pero Tarucas cerró con una sonrisa una primera temporada más que destacable.





















