La ilusión en La Ribera está encendida. La propuesta verbal de Boca a Leandro Paredes ya fue realizada y, con el visto bueno de Juan Román Riquelme, se aguarda con ansiedad la respuesta del futbolista. El ofrecimiento iguala el sueldo que percibe actualmente en la Roma y contempla un vínculo contractual por tres años y medio, lo que alimenta el optimismo en Brandsen 805. La dirigencia sueña con verlo vestido de azul y oro más pronto de lo esperado, incluso durante el próximo Mundial de Clubes.
Aunque la lista de 35 futbolistas para el certamen ya fue entregada el pasado 10 de junio, tal como exigía el reglamento de la FIFA para la competencia que comienza el 14 en Estados Unidos, aún hay margen para incorporar jugadores. El ente rector del fútbol mundial estableció una ventana entre el 27 de junio y el 3 de julio para hacer modificaciones en la nómina, permitiendo reemplazos por lesiones o por finalización de contratos.
“El objetivo es animar a clubes y jugadores cuyos contratos están a punto de finalizar a encontrar una solución apropiada que favorezca la participación de los futbolistas afectados. De este modo, los clubes podrán incorporar nuevos jugadores a la lista durante el torneo, lo que permitirá que jueguen los mejores”, explicó la FIFA en un comunicado.
Esta posibilidad despertó la atención del Consejo de Fútbol boquense. El último encuentro de Boca en la fase de grupos será el 24 de junio frente al Auckland City. Si el equipo consigue avanzar, los octavos de final -que se disputarán entre el 28 de junio y el 1 de julio- podrían marcar el reencuentro de Paredes con el club que lo vio nacer. En la dirigencia ya evalúan seriamente esta opción, que hace unos días parecía descartada.
Aunque en las últimas horas se instaló la idea de que Leandro Paredes recién se sumaría en agosto si acepta la propuesta, este margen reglamentario ha reactivado el deseo de contar con él antes. Eso sí, para que el deseo se concrete, deben cumplirse varias condiciones consecutivas.
Primero, el jugador debe dar el visto bueno a la propuesta de Riquelme y ejecutar su cláusula de salida de Roma, que contempla un monto de 3.500.000 euros exclusivo para Boca. Luego, el equipo debe superar una zona durísima en la que comparte grupo con Bayern Múnich y Benfica, ambos serios aspirantes al título. Por último, el mediocampista tiene que estar dispuesto a acortar sus vacaciones en Miami para incorporarse en plena competencia.
Así, mientras los hinchas hacen cuentas y sueñan, en el entorno xeneize se mantiene la esperanza de que la historia todavía pueda tener un giro inesperado.





















