Israel eleva su nivel de alerta ante posibles ataques de Hamas, Hezbollah y hutíes respaldados por Irán

Ofensiva israelí en Medio Oriente tras meses de tensiones con Irán y sus aliados.

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22 Junio 2025

En medio de un complejo entramado geopolítico, Israel continúa su ofensiva militar contra grupos armados respaldados por Irán, tras meses de enfrentamientos en Gaza, Líbano y Yemen. 

El conflicto se intensificó luego del ataque del 7 de octubre de 2023, cuando militantes de Hamas ingresaron en territorio israelí, provocando una ola de violencia sin precedentes que dejó cientos de muertos, heridos y secuestrados. Según fuentes de inteligencia israelíes y estadounidenses, la operación fue planeada con apoyo de Irán y contó con colaboración de Hezbollah y los hutíes.

Desde entonces, el primer ministro Benjamín Netanyahu lanzó una serie de operaciones militares dirigidas a neutralizar a estas organizaciones. En Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo intensos combates para desarticular la estructura operativa de Hamas, que aún mantiene rehenes del ataque inicial como forma de presión estratégica.

Simultáneamente, Israel amplió su intervención en el sur del Líbano con el objetivo de debilitar a Hezbollah, considerada una de las principales amenazas en la región por su capacidad militar y su cercanía con Teherán. La cúpula de la organización y su arsenal habrían sido duramente golpeados por los ataques aéreos israelíes, según reportes oficiales.

En Yemen, Netanyahu ordenó bombardeos sobre posiciones de los hutíes, en particular sobre instalaciones militares y campos de entrenamiento. Los hutíes, alineados con el régimen iraní, habían lanzado misiles hacia territorio israelí en represalia por las acciones en Gaza y Líbano.

La tensión escaló aún más tras los recientes bombardeos estadounidenses sobre instalaciones nucleares iraníes en Natanz, Fordow e Isfahan. En respuesta, Israel activó un dispositivo de seguridad e inteligencia sin precedentes, con el respaldo de Washington. La colaboración incluye el uso de satélites, drones y la participación de agentes del Mossad, la Shin Bet y agencias estadounidenses para monitorear actividades en Gaza, Cisjordania y el Líbano.

A pesar del temor a un ataque coordinado por parte de Hamas, Hezbollah y los hutíes, este no se concretó. Sin embargo, el gobierno israelí mantiene el estado de alerta máxima. Las fuerzas de seguridad patrullan las principales ciudades, se han restringido las actividades públicas y se evalúa prolongar el cierre de escuelas y universidades, consignó Infobae.

En las últimas horas, Netanyahu y su gabinete de seguridad han mantenido reuniones de emergencia para evaluar posibles escenarios tras la escalada bélica. La experiencia del 7 de octubre sigue marcando la política de defensa israelí, y cualquier indicio de amenaza es tomado con extrema cautela.

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