El clima institucional en San Lorenzo volvió a encenderse esta semana luego de que Marcelo Moretti, actualmente con licencia tras haber sido denunciado por el presunto cobro de una coima, anunciara su intención de regresar a la presidencia en los próximos días. La noticia generó preocupación entre diferentes sectores del club y entre los socios, que desde hace semanas exigen su renuncia definitiva. Sin ceder, el dirigente insiste con su inocencia y nunca aceptó dar un paso al costado.
Para este viernes por la noche se organizó una movilización frente a la sede de Avenida La Plata 1700 con un mensaje directo: “Moretti no vuelve, se marcha por su renuncia y elecciones anticipadas”. La protesta está respaldada por referentes de la oposición como César Francis, excandidato a presidente y uno de los que lo denunció en la justicia federal.
La tensión también se trasladó a las calles: en las cercanías del club se colgaron pasacalles que advertían “Si vuelve Moretti, tomamos la sede y marchamos a la AFA”, firmados por un grupo autodenominado “Socios indignados”. Todo el movimiento responde al rechazo frente al escándalo que rodea al presidente, quien está acusado de haber pedido 25.000 dólares para incorporar a un jugador a las divisiones inferiores.
Desde que se conoció la denuncia, Moretti se defendió con firmeza. Aseguró que todo se trató de “una cama” montada con una cámara oculta y afirmó que el dinero que aparece en el video fue “una donación” que habría sido registrada en la contabilidad del club. No obstante, debía presentarse a declarar en el fuero federal este jueves, pero su comparecencia fue aplazada, ya que un día antes fue citado por la Fiscalía porteña para el 8 de julio por la causa paralela que se tramita en los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires.
Declaraciones que complican el panorama
En este contexto, su abogado, Gastón Marano, alegó que su defendido no podía ser investigado dos veces por el mismo hecho. Dicha estrategia se interpretó como un intento por unificar ambas causas y que queden bajo jurisdicción porteña, lo cual sería más favorable para Moretti. Sin embargo, el escenario judicial se volvió más adverso luego de las declaraciones de Leandro Goroyevsky (tesorero), un contador y un auditor externo, quienes afirmaron que la supuesta donación nunca fue asentada oficialmente. Solo reconocieron cinco aportes, pero todos por otros conceptos.
Con esos testimonios, se debilita la principal defensa del presidente, que busca evitar el fuero federal para declarar únicamente en los tribunales porteños. La presión institucional, judicial y social se intensifica a medida que se acerca la fecha en la que Moretti quiere volver a ejercer su cargo, en medio de un escenario cada vez más convulsionado.




















