01 Julio 2025
Un estudio de la Federación de Entidades de Discotecas de la República Argentina (Fedra) expone una profunda crisis en el sector de ocio nocturno, tanto a nivel nacional como global.
La pandemia fue el primer gran golpe para una actividad que históricamente se mantenía económicamente activa. Según un informe económico-social elaborado por Fedra, de las más de 4.000 discotecas que había en el país antes del Covid-19, menos del 50% reabrió sus puertas tras el confinamiento. Y cuando comenzaba a insinuarse una recuperación, la recesión económica volvió a castigar al sector, que hoy atraviesa serias dificultades.
Otro factor que afecta a la actividad es el creciente uso de redes sociales por parte de los jóvenes a través de sus teléfonos celulares. Este fenómeno, que promueve la participación digital constante, está provocando una disminución de los encuentros presenciales en los locales nocturnos. Se trata de una tendencia global que pone en riesgo de cierre a gran parte del sector, agravada además por el aumento de costos y las elevadas cargas impositivas.
En un reciente congreso celebrado en Birmingham, Inglaterra, organizado por la Asociación de Industrias Nocturnas del Reino Unido (NTIA) y patrocinado por la Asociación Internacional de Ocio Nocturno (INA), se presentó un informe que ofrece una radiografía detallada de la actividad nocturna global. Las conclusiones advierten sobre una recuperación frágil, amenazada por el incremento de costos, la pérdida de confianza de los consumidores y políticas fiscales excesivamente onerosas.
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES. La problemática del sector de ocio nocturno se debatió en el congreso celebrado en Birmingham, Inglaterra. A la derecha de la imagen, el presidente de Fedra, Rodolfo Di Pinto.
Cimientos inestables
Los datos revelan que, pese a signos modestos de recuperación, los cimientos de la economía nocturna siguen siendo profundamente inestables, sobre todo para los locales gestionados por personas físicas o pequeñas sociedades. Desde marzo de 2020, la tasa de cierres fue cinco veces mayor que el promedio general de la actividad comercial, y el crecimiento interanual del sector apenas llega al 0,2%, un 13,6% por debajo de los niveles pre-pandemia.
Rodolfo Di Pinto, presidente de Fedra y directivo de la Asociación Internacional de Ocio Nocturno, fue contundente: “Sin un apoyo específico y un reconocimiento significativo por parte de los gobiernos, el sector de la vida nocturna -en particular los espacios independientes y culturalmente significativos- está siendo empujado hacia la extinción”. Y agregó: “La vida nocturna es más que entretenimiento; es un salvavidas cultural, social y económico, especialmente para los jóvenes. Si colapsa, las comunidades sufren, las ciudades se vuelven menos vibrantes y las economías pierden millones en actividad y empleo, sobre todo en el sector turístico”.
En Argentina, Fedra trabaja activamente para aliviar la carga económica del sector. Entre las medidas, se destacan los convenios colectivos de trabajo con los gremios que nuclean al personal, como Espectáculos Públicos (Sutep) y Seguridad (Sutcapra), así como reuniones con las sociedades autorales, como Sadaic, para renegociar los aranceles conforme a lo establecido en los últimos decretos nacionales.
Lo más popular
