Mascotas en invierno: ¿es necesario abrigar a tu gato durante la ola de frío?

Qué tanto pueden protegerse por sí solos y cómo podés preparar tu hogar para brindarles las mejores condiciones durante los días de bajas temperaturas.

Mascotas en invierno: ¿es necesario abrigar a tu gato durante la ola de frío?
01 Julio 2025

Los gatos se ganaron la popularidad de ser mascotas que necesitan menos cuidados que un perro. Es que, naturalmente, no se trata de mascotas totalmente domesticadas, por lo que guardan una parte un tanto salvaje. Pero, incluso durante los días de ola polar en que las temperaturas fueron sumamente inferiores a las habituales, ¿cabe dejar que se valgan por sí mismos o es necesario intervenir para que mantengan su calor?

Si tenés un gato, puede que te hayas preguntado si es necesario ponerles ropa de abrigo. Esto puede representar un problema, sobre todo para los felinos que no fueron acostumbrados desde pequeños. Es habitual ver las reacciones de gatos que, al ser vestidos por primera vez, pierden todo sentido de la estabilidad, lo que también constituye un peligro para su integridad.

Con la llegada del frío, notarás que tu gato intenta permanecer en espacios cerrados o rincones de la casa. También es normal que busquen subir a la cama o ubicarse cerca de fuentes de calor como motores de electrodomésticos. Aunque los especialistas sostienen que, en la mayoría de los casos no es necesario abrigarlos, sí es útil tomar otras precauciones.

Cómo cuidar a tu gato durante la ola polar

Así como todo ser humano busca temperaturas agradables para el cuerpo, los gatos buscan estar cerca de fuentes de calor. Por eso es muy importante el sitio en el que está ubicada su cama o el espacio en el que duermen. Es recomendable poner una capa extra de abrigo, pero no al animal, sino a su colchón o rincón en el que descansa. Este debe estar alejado de corrientes de aire para evitar que se enfríen.

En invierno los gatos también necesitarán más energía para moverse y subsistir. Por eso, es importante que tengan siempre comida disponible. Es importante buscar opciones bajas en grasa, que los alimenten pero que eviten un aumento desmedido de peso. En invierno, al salir menos de casa, se vuelven más sedentarios.

La baja actividad física se puede transformar en un enemigo de tu gato. No dejes que pase todo el día durmiendo en un rincón. Buscá la forma de usar juguetes y objetos cotidianos para divertirlos y estimular su cuerpo y mente. Estar en movimiento también hará que se mantenga con una temperatura saludable.

Permití que tu gato duerma en el sol. Abrí las cortinas para que la luz del día pueda ingresar y colocá la cama de tu felino donde lleguen los rayos más calentitos. Si hay estructuras rascadoras, también podés colocarlos a la luz del sol. Si no tienen su propia cama, te puede servir una caja de cartón de su tamaño con alguna manta en su interior.

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