Otra vez nos quedamos sin protagonismo a nivel nacional, y justo en un día clave, muy caro a nuestros sentimientos. No vino nuestro Presidente, ni su comitiva, a la Vigilia de los festejos patrios por el Día de la Independencia. ¿El motivo, una neblina densa sobre Buenos Aires? Estoy seguro de que si tuviesen que viajar urgente a Israel, el avión ya estaría volando. Parece mentira este nuevo libreto; encima, a mediodía llegó la Vicepresidenta de la Nación a la Casa Histórica para los actos protocolares del 9 de Julio pero no asistió al Tedeum en nuestra Catedral. Buenísimo el panorama... qué vergüenza ajena, mis amigos; al final, la veneración hoy se la llevan los artistas que actúan en vivo; y con todo respeto, me pregunto: ¿y la memoria de nuestros próceres, a 209 años de esta Gesta histórica? ¡Qué papelón, qué bochorno!
Daniel Francisco Leccese
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