El incendio en la fábrica de pinturas de El Bracho. ARCHIVO LA GACETA
Durante la homilía del Tedeum por el Día de la Independencia, el arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, también destacó a Federico Herrera y a los empleados de su fábrica de pinturas como un símbolo de esperanza. “Animó a salir juntos y mejor a sus empleados después del incendio de la fábrica. Con el trabajo, la oración y la ayuda de muchos la han puesto de pie”, señaló el prelado.
El reconocimiento remite a un trágico episodio ocurrido en mayo, cuando un incendio de grandes dimensiones destruyó casi por completo la planta de la empresa JH Herrera, ubicada a la vera de la Ruta Nacional 9, en la zona de El Bracho. Las llamas consumieron tres de los cinco galpones que componen el predio industrial y generaron alarma entre los vecinos, al punto que se movilizaron dotaciones de bomberos de al menos cinco localidades.
El siniestro, que comenzó pasado el mediodía, arrasó con materiales inflamables, maquinarias e infraestructura. Aunque no se registraron víctimas, hubo riesgo de colapso en una parte del inmueble y se estimó que el 90% de la planta fue afectada.
“Lo único que quedó en pie de la fábrica fue la imagen de la Virgen María que estaba en el predio”, señaló con asombro la periodista Josefina Casanova en una publicación en sus redes sociales. Allí también compartió un video en el que se ve a Herrera dirigiéndose a sus empleados con una templanza que conmovió a muchos: “Hemos perdido todo y no hemos perdido nada. Hemos perdido todo lo que había acá, que habíamos ido construyendo a lo largo de 20 años. Pero no hemos perdido nada porque estamos todos bien y porque estamos motivados, como siempre. Estamos todos juntos”.
Mensaje esperanzador
Con la planta aún humeante y entre los escombros, Herrera sostuvo el ánimo del equipo con un mensaje esperanzador: “Lo que me he dado cuenta es que lo mejor que tenemos es un gran equipo y, por eso, no hemos perdido nada. De esto nos reponemos. En un mes y medio ya tenemos formalizada la entrega. En un año, es una planta nueva”. “En pocos días vamos a normalizar la producción de una manera básica para que ningún cliente nuestro se quede sin los productos. Estemos muy tranquilos, que de esta salimos rápido, bien y juntos”, prometió ante el aplauso de los trabajadores.
Mientras los bomberos continuaban con las tareas de enfriamiento, el personal evaluaba los daños. El operativo de emergencia logró evitar que las llamas alcanzaran tanques de combustible cercanos, lo que podría haber derivado en una tragedia mayor. Las redes sociales se poblaron de videos y mensajes de apoyo. Meses después, la historia de reconstrucción compartida entre Herrera y sus empleados fue elegida por el arzobispo como un testimonio de esperanza concreta para todo Tucumán.






















