Producción industrial. ARCHIVO
El Poder Ejecutivo notificó al Congreso su proyección de que la economía argentina crecerá un 5,5% en 2025, una cifra ambiciosa que supera las expectativas del mercado. Sin embargo, este pronóstico contrasta con las advertencias de varias consultoras privadas, que señalan una desaceleración en el ritmo de la actividad económica debido al endurecimiento de la política monetaria y las elevadas tasas de interés.
La economía argentina experimentó un comportamiento errático a lo largo de 2025. Tras un repunte inicial, se observó una fuerte caída en marzo, seguida de una recuperación en abril y una nueva leve contracción en mayo. Este panorama de altibajos se reflejó en los datos del primer semestre, lo que generó incertidumbre sobre la viabilidad de la ambiciosa meta de crecimiento establecida por el Gobierno para el año electoral.
Un crecimiento sectorial liderado por el agro
En el proyecto de Presupuesto 2026, el equipo económico prevé un crecimiento sectorial liderado por el agro, con un aumento del 2,1%, impulsado principalmente por la cosecha de soja, estimada en 49 millones de toneladas. Para la industria y el comercio, sectores considerados clave, se proyectan expansiones del 5,3% y 7,6%, respectivamente. En general, se espera que la producción de bienes crezca un 5,1% y la de servicios un 4,6%, con variaciones según la actividad específica.
En cuanto a la demanda, el informe oficial prevé aumentos en todos los componentes: un 7,2% en el consumo privado, un 5% en el público, un 22,7% en la inversión y un 3,7% en las exportaciones de bienes y servicios. Se anticipó también un fuerte aumento de las importaciones (25,2%), reflejo de la reactivación económica proyectada.
El propio Gobierno reconoció que el encarecimiento del crédito podría limitar el proceso de recuperación. Los datos del Banco Central revelaron un aumento en la morosidad de los préstamos en pesos, lo que generó preocupación en el sector bancario.
La consultora LCG señaló que la morosidad crediticia ya muestra un incremento hasta abril de 2025, lo que alcanzó el 4,6% en préstamos personales y el 2,9% en tarjetas de crédito. Si bien estos niveles no son alarmantes, la consultora advirtió que varios bancos reportaron un aumento continuo de la morosidad en mayo y junio, lo que podría anticipar una desaceleración en el consumo en los próximos meses.





















