“Cuando fuimos potencia” se pagaba a los trabajadores de la industria azucarera con vales de la proveeduría del ingenio. A la peonada se le daba la comida en bateas y a los indígenas (matacos, tobas, chiriguanos) se los cazaba para esclavizarlos. Los vales se conservan en colecciones numismáticas y de las bateas y las cucharas de madera quedaron algunas en los ranchos. De los indígenas quedaron los esqueletos, en la colección de J. B. Ambrosetti. Lo considerado constituyen datos, no relatos antojadizos de lo que fue nuestro país en los primeros años del SXX, según los cuales Argentina entraba a paso firme en el concierto de las naciones y se situaba entre las primeras economías del globo a juzgar por las estadísticas comerciales y financieras. Ese relato tropieza con la historia real del hacinamiento y miseria en los conventillos, las máquinas de coser empeñadas, el crecimiento de la tuberculosis y los crecientes casos de raquitismo y consunción fehacientemente comprobados por la autoridad militar en ocasión de la incorporación de los conscriptos a las filas del ejército. Además, de lo que Robert Lehmann-Nitsche reveló tardíamente. Pretender negar esta situación de nuestro país constituye una necedad que raya en lo ridículo. El artículo de LA GACETA del domingo 13 de julio de 2025 titulado “Cuando fuimos potencia”, de José María Posse, evoca ese tiempo dorado y prometía ser una buena crónica del viejo Tucumán. Pero se convirtió en un libelo antiperonista. Uno más, qué lástima. Atribuye la corrupción y la decadencia al peronismo como si hubiera gobernado siempre y afirma que es el más corrupto y decadente, como si la justicia que condenó recientemente sin pruebas fuese creíble y como si los gobiernos de la década infame hubiesen sido honestos, sin Barceló ni Pinedo. Si no hubiera existido el hecho maldito del país burgués, el peronismo, usted y yo estaríamos codo con codo trabajando en el surco para algún heredero de Robustiano Patrón Costa, que dijo: Lo que no le perdono a Perón es que los obreros hablan conmigo mirándome de frente. Termina el artículo refiriéndose a Giordano Bruno Genta, adalid ideológico de la ultraderecha ultrarreaccionaria. Lástima.
Antonio Liberti
antonioliberti@yahoo.com.ar
Fe de erratas
En la leyenda de la foto de la nota “Chelsea destronó al PSG y es el nuevo ‘rey’ del mundo”, donde dice: “George Bush y Gianni Infantino estuvieron en la entrega del premio al campeón” debe decir: “Donald Trump y Gianni Infantino estuvieron en la entrega del premio al campeó”. Pedimos disculpas por la errata.


















