Impacto ambiental tras el Día del Amigo: un desafío que no se resuelve con más tachos de basura

Tras los festejos del domingo, especialistas señalan que es necesario promover un cambio cultural, educar y aplicar sanciones para desalentar las conductas irresponsables con el ambiente.

COMPROMISO COLECTIVO.  Los invitados coincidieron en que el cambio debe ser cultural y sostenido. COMPROMISO COLECTIVO. Los invitados coincidieron en que el cambio debe ser cultural y sostenido. La Gaceta / foto de Diego Aráoz
23 Julio 2025

“Hay demasiada desinformación y mucha ignorancia sobre el cuidado ambiental”. La frase pertenece a María Fernanda Viruel, directora de la Federación Ambiental Tucumán, una de los tres invitados al programa Panorama Tucumano, conducido por Federico van Mameren. En el ciclo periodístico de LA GACETA Play, se abordó el impacto ambiental que dejó la celebración del Día del Amigo en el parque 9 de Julio. Esta vez, el saldo fue de 7.500 kilos de basura recolectados en el pulmón verde más importante de San Miguel de Tucumán.

Viruel compartió mesa de análisis con Luciano Chincarini, secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad capitalina y con Graciela Tonello, psicóloga. Los tres coincidieron en la necesidad de promover un cambio cultural profundo para evitar que los espacios públicos se conviertan en escenarios de degradación ambiental cada vez que se realiza un festejo masivo.

Problema que se repite

Cada vez que se celebra una fecha popular, el parque 9 de Julio queda tapizado de residuos. El último domingo, la postal volvió a repetirse: botellas, vasos descartables, envoltorios de comida, latas y bolsas abandonadas a la vista de todos.

En la Municipalidad indicaron que habían tomado medidas preventivas. “Pusimos un dispositivo especial y agregamos 16 contenedores extras para la basura. Sin embargo no fue suficiente. Esto es desmoralizante”, expresó Chincarini e hizo hincapié en el esfuerzo que representa para quienes trabajan en los operativos de limpieza. “Algo está pasando y excede a la necesidad de agregar más contenedores. Para poder apropiarse de los espacios públicos hay que amarlos y una parte de ello es conocerlos para lograrlo”, sostuvo.

En ese sentido, apuntó a la educación como herramienta fundamental. “Es importante realizar un cambio cultural a través de la educación ambiental aplicada como política pública. La conciencia colectiva es necesaria. El elemento más peligroso del sector que no respeta los espacios públicos y genera un impacto social negativo es que puede desmoralizarnos”, advirtió.

Educar para cambiar

Desde una perspectiva psicológica, Tonello aportó herramientas para pensar el comportamiento social vinculado al ambiente. “Es complejo abordar un esquema conductual que tiene mucho tiempo de construcción. Los humanos no somos naturalmente sustentables. Todavía tenemos conductas y actitudes de supervivencia que no se corresponden con este mundo actual y contexto”, explicó.

TONELADAS DE RESIDUOS. “Las imágenes de la basura reflejan tristeza y falta de progreso”, opinó Viruel. TONELADAS DE RESIDUOS. “Las imágenes de la basura reflejan tristeza y falta de progreso”, opinó Viruel. LA GACETA / FOTO DE SANTIAGO GIMÉNEZ

Según Tonello, hay un aspecto clave que incide en la conducta colectiva: “Algo que está científicamente probado es que la gente actúa con responsabilidad ecológica y social cuando percibe pautas normativas. Así como hay recompensas por las buenas acciones, tiene que haber sanciones por conductas antiambientales”.

Para ella, el Estado va un paso adelante, pero los ciudadanos no siempre lo acompañan. “Quizás el Estado va por delante de la gente en materia de acciones ambientales. La gente no acompaña esas acciones”, remarcó. Desde su campo de estudio, propone incluir valores proambientales en la educación: “Desde la educación es necesario promover características y rasgos proambientales como el altruismo, la austeridad, pensar en el otro, la responsabilidad y los efectos a futuro de las conductas responsables y desalentar las otras conductas como el hedonismo, el egoísmo”.

Acciones colectivas

Viruel insistió en que el cuidado del ambiente no debe recaer en una sola esfera. “La responsabilidad es compartida. Escuelas, empresas, ciudadanos, Estado, medios de comunicación deben actuar porque el cuidado del ambiente es un tema sensible, político, social y emocional”, señaló.

“Me reflejan falta de progreso. El Papa Francisco diría: ‘Hay que cuidar nuestra casa común’. Es urgente hablar de la crisis climática y ambiental actual. El contexto global y nacional es realmente escalofriante y nos daña a todos”.

Viruel propuso una forma concreta de prevención. “Hay que aprender de lo que pasó el domingo y prevenir que se repita en los próximos festejos a través de promotores ambientales, por ejemplo. Hay personas que no saben lo que tienen que hacer para cuidar los espacios”, advirtió. Y concluyó con una frase que condensa el diagnóstico: “Hay demasiada desinformación y mucha ignorancia sobre el cuidado ambiental”.

Los tres invitados coincidieron en que el problema va más allá de los operativos de limpieza. La basura visible es apenas un síntoma de una falta de conciencia profunda.

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