28 Julio 2025
El conflicto entre Sebastián Villa y Boca Juniors sumó un nuevo capítulo judicial. El delantero colombiano, que hoy juega en Independiente Rivadavia de Mendoza, demandó al club por “despido en forma indirecta” y exige una compensación millonaria: más de 236 millones de pesos y 2 millones de dólares, entre indemnización, diferencias salariales y daños.
La presentación, que se realizó en la Justicia laboral, sostiene que Villa fue apartado de manera arbitraria del plantel profesional en junio de 2023, luego de que se conociera una sentencia penal en su contra por violencia de género. Aunque no fue a prisión (la condena fue excarcelable), el futbolista afirma que el club violó sus derechos como trabajador al marginarlo de la competencia y obligarlo a entrenarse en soledad.
Villa también denuncia que Boca impuso un tope al valor del dólar en su contrato, lo que, en medio del contexto inflacionario del país, redujo sus ingresos de forma significativa. Según su demanda, intentó volver al plantel o buscar una salida a préstamo, pero el club rechazó todas las alternativas. Frente a la falta de respuesta, se consideró despedido en julio de 2023 y partió a Europa.
Primero se entrenó en el modesto UD Lanzarote de España, y luego jugó en Beroe de Bulgaria, donde llegó a disputar 11 partidos y marcó 5 goles. En paralelo, Boca acudió a la FIFA para reclamar el resarcimiento de 5 millones de dólares y la liberación del cupo de extranjero, pero el organismo se declaró incompetente y liberó al jugador de cualquier cargo.
De vuelta en Argentina, Villa firmó con Independiente Rivadavia hasta 2027. Sin embargo, el conflicto con Boca no se cerró: además de la demanda del delantero, el club también inició acciones legales. Reclama 20 millones de dólares por lo que considera un incumplimiento contractual y un perjuicio a su imagen institucional.
Mientras la disputa avanza en la Justicia ordinaria, el caso se convirtió en uno de los más delicados que haya atravesado Boca en los últimos años: no solo por la dimensión económica, sino por las implicancias legales y éticas que rodean al futbolista.
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