Galicia: en un pueblo, los vivos desfilan en ataúdes cada 29 de julio

La romería de Santa Marta de Ribarteme reúne a miles de personas cada año en Galicia.

Devotas y devotos recorren As Neves cada 29 de julio en señal de fe. Foto: AFP Devotas y devotos recorren As Neves cada 29 de julio en señal de fe. Foto: AFP
29 Julio 2025

En el pequeño municipio de As Neves, en el sur de la provincia gallega de Pontevedra, cada 29 de julio se celebra una de las tradiciones más sorprendentes de España: personas vivas son llevadas en ataúdes durante una procesión religiosa.

Conocida como la romería de Santa Marta de Ribarteme, esta fiesta mezcla lo religioso con lo pagano y convoca a miles de devotos y curiosos, tanto de Galicia como del extranjero.

Una promesa tras rozar la muerte

Uno de los protagonistas de esta singular procesión es Jorge Cotiño, vecino de As Neves, quien vivió en carne propia el milagro, según contó en un artículo publicado por BBC News Mundo. Tras sufrir un deterioro extremo por el consumo de alcohol —llegando a pesar apenas 32 kilos—, prometió que si salía con vida del hospital, se ofrecería a Santa Marta participando en la procesión. Y cumplió.

"Cuando vas en el ataúd, lo primero que piensas es que podrías realmente estar muerto", dijo Cotiño a BBC Mundo.

Desde entonces, no ha vuelto a beber y, además, se convirtió en uno de los organizadores de la romería.

¿Por qué personas vivas se suben a un ataúd?

Los que participan dentro de los féretros son llamados "ofrecidos". Se trata de personas que han estado al borde de la muerte —o han tenido familiares en esa situación— y que, en señal de agradecimiento por la recuperación, se ofrecen simbólicamente a la santa.

Santa Marta, hermana de Lázaro según la tradición bíblica, es vista en Galicia como una intercesora ante Jesucristo para devolver la vida a los enfermos. Su devoción en As Neves es profunda y centenaria: hay registros de la festividad desde al menos el año 1700.

La procesión: una mezcla de fe, ritual y folclore

Cada 29 de julio, la imagen de Santa Marta sale en procesión desde la iglesia de San José de Ribarteme. Es seguida por los ataúdes, en cuyo interior van los "ofrecidos", y por una multitud de peregrinos que camina en silencio sosteniendo cirios.

Una banda de música marca el paso, mientras los "romeros cantores" —grupos de dos mujeres y un hombre— entonan plegarias ancestrales en estilo "alalá", uno de los más primitivos del folclore gallego.

Detalles de la celebración

Duración: La procesión dura unas dos horas y avanza lentamente por las calles del pueblo.

Participantes: Se estima que acuden entre 4.000 y 5.000 personas cada año.

Féretros: Los ataúdes son propiedad de la iglesia y pueden ser "alquilados" mediante donativos, aunque algunos traen el suyo propio.

Promesas: Algunos devotos hacen el recorrido con el ataúd cerrado; otros acompañan la imagen de la santa de rodillas.

Más que una procesión: una gran fiesta gallega

La romería, declarada Fiesta de Interés Turístico de Galicia, incluye también actividades populares: partidos de fútbol, comidas típicas como el "polbo á feira" (pulpo a la gallega), verbenas nocturnas y juegos para niños.

“Es una fiesta muy identitaria, que vivimos desde niños. Nos sentimos orgullosos de que venga gente de fuera”, afirma José Manuel Alfonso, alcalde de As Neves.

Donativos y exvotos: una tradición viva

Antiguamente, los fieles colgaban billetes de las cintas que portaba la santa, custodiada por la Guardia Civil. Hoy, los donativos se hacen de forma más discreta, mediante cajas o subastas de animales que los devotos entregan como ofrenda.

La experiencia de participar en la romería deja una marca difícil de explicar. Para muchos, como Jorge Cotiño, es una renovación espiritual; una segunda oportunidad. Para otros, una curiosidad insólita. Pero todos coinciden en que hay algo en esta celebración que trasciende la lógica y deja huella.

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