La carta de Francisco Amable Díaz publicada el 27 de julio -titulada “¡Argentina generosa!”- algo me aclara. Muestra animosidad hacia cierto porteño (chuchetaje), como lo denomina, que no lo acompañó en sus andanzas. Cuidado, no me malinterprete al decir “andanzas”. Lo digo de forma personal; si no lo acompañaron, ¿cuál es el problema? Convengamos que no son del agrado del porteño algunas costumbres del provinciano, o viceversa. Ni más ni menos lo que puede suceder acá, en nuestra provincia. Hay sectores que no les gusta tal cosa, hay otros que sí. Sí destaco -y en esto capaz que coincidamos con Díaz-, ninguno de esos porteños (chuchetaje) habló mal de nuestra mayor fecha patria, como es el 9 de Julio. Que ellos den más importancia al 25 de Mayo me parece genial; que conserven aún su cabildo me parece fantástico. Acá se lo demolió. Vuelvo a comentarle a Díaz, la mayoría de los presidentes -desde Alfonsín hasta el actual- fueron provincianos. Sin embargo, tanto los de provincias como los porteños faltaron en varias ocasiones a la cita del 9 de Julio. Para finalizar, quiero destacar el interesante acto patrio de los porteños de tener una enorme avenida que, precisamente, se denomina 9 de Julio. La comparemos con nuestra calle 9 de Julio, salvo contaditos sectores, el resto de ella da lástima.
Fernando Franco
Pje. Einstein 1.015 - S. M. de Tucumán





















