Cartas de lectores: Desde Tucumán al pensamiento universal: Lucía Piossek Prebisch

09 Agosto 2025

Tucumán, que fue cuna de nuestra independencia, ha sido también la cuna de ideas profundas, de espíritus inquietos y de humanismo verdadero. En ese sentido debo decir que leí, con deleite y mucho interés, la buena nota de José María Posse (26/07) en la que nos cuenta acerca de la vida y trayectoria de esa gran mujer tucumana del siglo XX que fue doña Amalia Prebisch de Piossek (1889-1979). Es que no solo ella fue una docente de alma sino también una gran madre y sus tres hijas (Lucía, Teresa y Amalia) supieron continuar con ese legado cultural. Precisamente, y como si la vida tejiera sus hilos en silencio, mientras pensaba en las mujeres que marcaron huella en nuestra querida provincia llegó a mis manos (y otra vez proveniente de la formidable biblioteca que fuera de mi padre) un libro escrito por el médico psiquiatra y filósofo alemán Karl Jaspers. Para mi sorpresa no fue el título (“La razón y sus enemigos en nuestro tiempo”) lo que me detuvo, sino descubrir el nombre de quien figuraba en su traducción: Lucía Piossek Prebisch (Ed 1953). A sus jóvenes 28 años, esta tucumana ilustre había trasladado del alemán al español una de las voces del existencialismo europeo: ¡admirable y fantástico a la vez! Con seguridad, tarea nada fácil. Lucía Piossek fue filosofa, ensayista, docente; pero, sobre todo, una pensadora auténtica de nuestro Tucumán cultural del siglo XX: un orgullo. Se adentró en el pensamiento de Nietzsche, profundizó estudios en filosofía en la Universidad de Colonia (Alemania), pero especialmente tuvo (y esto referido por quienes la trataron) ese don de gente y docente de vocación que tanta falta nos haría hoy en el sentido mas noble del término. Cercana, generosa, apasionada por el conocimiento, sencilla en el trato y en el diálogo y portadora de una sincera humildad como la que detentan solo los grandes. Pensó, tradujo, escribió y enseñó. Cuentan que tenía esa cualidad de hacer sentir al estudiante que su pregunta valía y sobre todo les enseñaba a pensar. Falleció en Tucumán en noviembre del 2020 a los 95 años y, como su madre Doña Amalia y como tantas mujeres tucumanas, diremos que merecen hoy nuestro máximo respeto y reconocimiento. Marcó huella y supo sembrar su pensamiento en nuestro suelo y, por supuesto, en sus alumnos a quienes contribuyó a formar. Un verdadero ejemplo para las futuras generaciones.

Juan L. Marcotullio                       

marcotulliojuan@gmail.com

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