09 Agosto 2025

Este año participamos menos de la procesión de San Cayetano de los 7 de agosto. Quizás muchos se espantaron por los lúgubres pronósticos del tiempo, de torrenciales lluvias e intenso frío. Pero como Dios es padrino de los “Sanca” nos dio una manito: cuando empezamos a caminar, apenas una suave garúa; y al finalizar se largó un chaparrón para que regresemos pronto a nuestros hogares. Cuento mi experiencia para que se enteren los que no fueron y se perdieron esta fiesta popular que ansiosamente año tras año esperamos. Se vieron adultos mayores; estuvimos casi todos los que quedamos en pie, sobreviviendo y soportando las atrocidades criminales y el mal trato que recibimos a diario los jubilados y el pueblo trabajador. Vi promesantes suplicar de rodillas por un trabajo digno; y a otros, rogar a San Cayetano para no perder el que tienen. Los invito a que recemos esta oración: “¡Oh, glorioso San Cayetano! Aclamado por todas la naciones; padre de la providencia porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén”.

Francisco Amable Díaz

franciscoamablediaz@gmail.com

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