12 Agosto 2025

Leyendo la nota “El ojo izquierdo de Belgrano” en la sección Recuerdos Fotográficos de la víspera, la misma me hizo recordar la repudiable actitud que tuvieron algunos al violentar la memoria de tan insigne patriota, como lo fue Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. El penoso hecho ocurrió durante la exhumación de sus restos en septiembre de 1902, para ser depositados en una urna en el Convento de Santo Domingo, en la actual CABA. En esa ocasión los entonces ministros del Interior, Joaquín V. González, y de Guerra, Pablo Ricchieri, de forma infame le sustrajeron dientes para atesorarlos como “recuerdo”. Sí, como usted lo está leyendo, aunque suene increíble e insólito. Ante una intensa y atinada presión ejercida por la ciudadanía, los mismos fueron devueltos, sin que ello menguara la ofensa proferida a tamaño prócer. De lo narrado se deduce que en todos los tiempos hubo funcionarios, con las lógicas y meritorias excepciones, que mancharon la reputación de las instituciones que tuvieron a su cargo.

Ramón Alfredo Maldones        

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