El último gol de Maradona en Argentina: la tarde en que Salta tocó el cielo

El 20 de abril de 1994, el “Gigante del Norte” fue testigo del último partido y gol de Diego con la Selección en suelo argentino. Una jornada de locura popular, gestos inolvidables y un legado que hoy vive en los murales que rodean la cancha de Gimnasia y Tiro.

El último gol de Maradona en Argentina: la tarde en que Salta tocó el cielo Foto de Benjamín Papaterra/LA GACETA.

El 20 de abril de 1994 quedó grabado para siempre en la memoria del fútbol argentino y, en especial, en la de Salta. Aquella tarde, el estadio “Gigante del Norte” de Gimnasia y Tiro -remodelado para la ocasión- fue el escenario del último gol y el último partido de Diego Armando Maradona con la camiseta de la Selección Argentina ante su público en suelo nacional. El amistoso, antesala del Mundial de Estados Unidos, enfrentó a la “Albiceleste” con Marruecos y atrajo a unas 33.000 personas, que colmaron las tribunas horas antes del pitazo inicial.

La llegada de Diego desató una “locura total”: multitudes coparon el aeropuerto y el hotel Provincial, donde se alojaba el plantel. Luis Islas, arquero en ese encuentro, recordó “el placer enorme” de jugar lo que sería una despedida del país y el “cariño especial” del público salteño.

Foto de Benjamín Papaterra/LA GACETA. Foto de Benjamín Papaterra/LA GACETA.

Maradona, más allá del fútbol, también dejó huella en lo social. En plena protesta docente en la plaza principal, trasladada luego a la puerta del hotel, respaldó el reclamo. “Tienen que seguir protestando hasta que la educación en la Argentina sea buena”, dijo.

En la previa y durante el partido, regaló gestos que encendieron al estadio: hizo jueguitos con una mandarina y una naranja que le lanzaron desde la tribuna, arrancando ovaciones. En el marcador, Argentina ganó 3-1 con goles de Abel Balbo, Hugo “Perico” Pérez y un penal de Diego, el último en el país con la celeste y blanca.

El último gol de Maradona en Argentina: la tarde en que Salta tocó el cielo Foto de Benjamín Papaterra/LA GACETA.

Hoy, los alrededores del “Gigante” conservan murales que recuerdan a Maradona, testigos silenciosos de una jornada irrepetible. Nadie imaginó que, dos meses después, el ídolo saldría del Mundial por un doping positivo.

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