Cuántos años estudian los argentinos y cómo cambió el nivel educativo en 150 años

Según un informe de Argendata, el promedio de educación en el país alcanza los 11,2 años, aunque persisten desigualdades provinciales y caídas en el ranking global.

AULA ARGENTINA. Jóvenes cursan en una universidad pública AULA ARGENTINA. Jóvenes cursan en una universidad pública / GOOGLE
20 Agosto 2025

La educación argentina tiene una historia de expansión y ampliación del acceso, con leyes y reformas que marcaron hitos en la región. Sin embargo, los datos más recientes muestran un escenario mixto: avances sostenidos en la cantidad de años de estudio, pero con fuertes desigualdades y un retroceso relativo frente a otros países.

En promedio, un argentino de 25 años o más pasó 11,2 años en el sistema educativo, un número que coloca al país por encima del promedio mundial y latinoamericano. Aun así, la brecha con los países desarrollados sigue siendo amplia y las provincias presentan realidades muy distintas. Tucumán, por ejemplo, sigue abajo de la media.

El informe de Argendata (Fundar), basado en cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Censo Nacional, permite mirar en detalle cómo evolucionó la escolaridad en el país, en qué lugar se sitúa frente al mundo y qué desafíos plantea el futuro en una economía cada vez más basada en el conocimiento.

De la Ley 1420 a la secundaria obligatoria: la expansión del sistema educativo

Desde la primera normativa sancionada en 1884, que garantizó la primaria gratuita, laica y obligatoria, hasta la obligatoriedad de la secundaria en 2006, el país fue construyendo un sistema que buscó llegar a todos. Hitos como la Reforma Universitaria de 1918, y la gratuidad universitaria en 1949 marcaron un rumbo de inclusión y acceso a la formación.

Este proceso permitió que, en 1870, la población de 15 años o más tuviera apenas 1,5 años de educación promedio, mientras que en 2020 la cifra superó los 11 años. En ese tiempo, el analfabetismo pasó del 78% a niveles casi nulos, y uno de cada cinco adultos mayores de 25 años cuenta hoy con un título universitario.

CRECIMIENTO HISTÓRICO. En 150 años, la escolaridad promedio de los argentinos se multiplicó por más de siete CRECIMIENTO HISTÓRICO. En 150 años, la escolaridad promedio de los argentinos se multiplicó por más de siete / ARGENDATA

Argentina frente al mundo: arriba del promedio, pero con distancia de los países desarrollados

Según el informe de Argendata, la población adulta argentina cuenta con 11,2 años de escolaridad promedio. Esto la ubica por encima del promedio mundial (8,8 años) y de América Latina y el Caribe (9,1), y apenas por debajo de Chile (11,3). El país supera a Uruguay (10,5), Perú (10,1), México (9,3), Colombia (9,0), Costa Rica (8,8) y Brasil (8,4).

En comparación con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), todavía queda camino por recorrer: el promedio en ese grupo alcanza los 12,3 años de escolaridad, y en naciones como Alemania, Suiza y Estados Unidos se superan los 13 años. Allí, la finalización de la secundaria y el acceso a estudios superiores son mayoritarios, algo que en la Argentina aún presenta desigualdades marcadas.

COMPARACIÓN GLOBAL. Argentina supera el promedio mundial de escolaridad, pero está por debajo de los países de la OCDE y potencias educativas COMPARACIÓN GLOBAL. Argentina supera el promedio mundial de escolaridad, pero está por debajo de los países de la OCDE y potencias educativas / ARGENDATA

El ranking histórico: de la élite educativa mundial a la pérdida de posiciones

Si se analizan los datos desde 1870, la Argentina supo ocupar posiciones destacadas entre los países con más años de educación. Entre 1900 y 1975 se movió entre el puesto 21 y el 24 de un total de 115 países con información comparable. Sin embargo, a partir de la década del 80 comenzó a descender, llegando al puesto 39 en el año 2000.

La leve recuperación de los últimos 15 años, que llevó al país al puesto 36, no alcanza para compensar la velocidad con la que otras naciones expandieron su sistema educativo. Países como Singapur, Polonia o Arabia Saudita, que en 1975 estaban por debajo de la Argentina, hoy la superan ampliamente.

Este retroceso no implica que la Argentina haya empeorado su educación, sino que el avance fue más lento que el de sus competidores. El crecimiento económico sostenido de otras economías permitió invertir más en infraestructura, docentes y programas educativos, e impulsó su posición en la carrera global por el conocimiento.

RANKING EDUCATIVO. Argentina pasó de estar en el top 25 mundial a ubicarse en el puesto 36 según años de escolaridad promedio RANKING EDUCATIVO. Argentina pasó de estar en el top 25 mundial a ubicarse en el puesto 36 según años de escolaridad promedio / ARGENDATA

Brechas provinciales: dos Argentinas en materia educativa

El promedio nacional esconde profundas diferencias territoriales. Según el Censo 2022, la Ciudad de Buenos Aires lidera con 13,6 años de escolaridad promedio, un nivel equiparable al de países desarrollados como Irlanda o Corea del Sur. Le siguen Tierra del Fuego (12), Córdoba (11,5) y La Rioja (11,3).

En el otro extremo, Santiago del Estero presenta un promedio de 9,7 años, cercano al de América Latina en su conjunto. Misiones (9,9), Formosa (10,2), Chaco (10,3) y Corrientes (10,4) también se ubican entre las jurisdicciones con menor escolaridad. En el NOA, Tucumán (10,5), Salta (10,4) y Jujuy (10,3) se encuentran también por debajo del promedio nacional, lo que refleja las dificultades históricas que enfrentan las provincias del Norte para garantizar el acceso y la permanencia en el sistema educativo.

Las causas son históricas y estructurales. Ya en el Censo de 1869, Santiago del Estero registraba el mayor nivel de analfabetismo del país (92%), mientras que la Capital Federal presentaba el menor (48%). La concentración económica y migratoria en el área metropolitana, junto a la mayor densidad de escuelas y universidades, reforzó las diferencias. En provincias más rurales y con menos recursos, la cobertura educativa fue más difícil de garantizar.

BRECHAS PROVINCIALES. CABA lidera el nivel educativo con 13,6 años de escolaridad, mientras que Santiago del Estero se ubica último con 9,7 años BRECHAS PROVINCIALES. CABA lidera el nivel educativo con 13,6 años de escolaridad, mientras que Santiago del Estero se ubica último con 9,7 años / ARGENDATA

Un sistema en expansión, pero con nuevos retos

El aumento sostenido de la escolaridad promedio es un logro indiscutible del sistema educativo argentino. Hoy, más de 15 millones de personas (el 34% de la población total) asisten a algún establecimiento educativo, frente a menos del 12% de hace un siglo. La obligatoriedad de la secundaria y el acceso gratuito a la universidad son políticas que ampliaron derechos.

Sin embargo, la expansión cuantitativa no siempre vino acompañada de mejoras en la calidad. La evaluación internacional PISA y diversos estudios nacionales muestran que persisten problemas de comprensión lectora, matemática y ciencias, así como desigualdades en el rendimiento entre provincias y entre sectores socioeconómicos.

Además, la transformación tecnológica plantea un nuevo desafío: formar a estudiantes para trabajos que aún no existen, con habilidades que combinen conocimientos técnicos, pensamiento crítico y creatividad. En este contexto, la capacidad de actualizar y modernizar los contenidos educativos se vuelve esencial.

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