Cartas de lectores: Cuando la fragilidad se convierte en botín

26 Agosto 2025

Detrás de cada número, detrás de cada contrato y de cada licitación, hay vidas humanas que no pueden ser reducidas a mercancía. Se habla de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, de intermediarios que exigían porcentajes, de laboratorios que pagaban por entrar en un circuito de favores. Y uno se pregunta: ¿qué mayor indignidad puede concebirse que hacer de la fragilidad de los vulnerables un negocio clandestino? Borges diría que es un nuevo laberinto donde se confunden el poder y la miseria. Machado diría que es un camino torcido, donde la austeridad oficial convive con la codicia privada. Yo digo, como abogado y como ciudadano, que no hay crimen más abyecto que robarles  a los que dependen de una pensión, de un remedio, de una rampa. El Estado puede equivocarse, puede incluso pecar de dureza al invocar el equilibrio fiscal, como lo hizo al vetar la Ley de Emergencia en Discapacidad. Pero si la Justicia comprueba que mientras se hablaba de déficit se llenaban bolsillos con coimas, no estaremos ante un error de cálculo: estaremos ante una traición moral. Como hombre que aprendió a caminar con muletas, digo que no temo a la dificultad del sendero. Temo, sí, a la indiferencia disfrazada de gestión y a la corrupción disfrazada de política. Porque los números no sangran, pero las personas sí. La historia juzgará si fuimos capaces de poner la dignidad por encima del dinero, la empatía por encima del cálculo, la justicia por encima del silencio. Por mi parte, seguiré escribiendo con la certeza de que una Nación que convierte a sus vulnerables en botín de coimas deja de ser Nación para ser apenas una farsa contable.

Jorge Bernabé Lobo Aragón 

jorgeloboaragon@gmail.com

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