Celebramos a Juan Bautista Alberdi, nacido el 29 de agosto de 1810, hijo de Salvador Alberdi y Josefa Aráoz y Balderrama, vinculada a familias criollas. Parte de su educación la recibió en el colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires; fue autor de las “Bases y puntos de partida para la Organización Nacional” que fue la base de la Constitución de 1853. Sus obras completas constituyen la suma de testimonios de un argentino que se definió y opinó acerca de las circunstancias de la vida nacional. Pero Alberdi no sólo dedicó su vida a los temas jurídicos y políticos sino también a otras disciplinas como la música y la literatura, que lo catapultaron como un seductor empedernido, enamoraba a las mujeres. Al finalizar sus estudios en Buenos Aires regresa a Tucumán y tiene un romance con Julia Alurralde. Recibió ofertas de cargos públicos en Buenos Aires y desechó el compromiso. En los tiempos que se creaba la Asociación de Mayo y publicaba su primer libro frecuentando con sus amigos Miguel Cané y Esteban Echeverría las tertulias de Mariquita Sánchez de Mendieville, con su aire tristón y sus condiciones musicales atraía a las jóvenes de la época. Fue entonces que mantuvo una relación con Petrona Abadía y Magan, con la cual tuvo un hijo llamado Manuel. No se casó y en 1838 parte a Montevideo; allí conoce a Lastenia Videla, comenzando un romance, pero viaja a Europa dejando a Lastenia. Luego de conocer Francia, Italia y Suiza se instala en Valparaíso en Chile. Trabajó como abogado, deslumbra con su inteligencia y encanto a varias señoritas entre ellas a Jesús Muñoz. Cuando cae Rosas, Alberdi se queda en Chile y redacta nuestras “Bases” al poco tiempo se sintió atraído por la hija de un amigo Matilde Lamarca que se sintió atraída por este hombre maduro, romántico y talentoso en casa de los Lamarca, Alberdi tocaba el piano y Matilde cantaba canciones francesas, todo hacía pensar en un casamiento pero Juan Bautista acepta el pedido de Urquiza y se marcha a París como embajador de la Confederación Argentina. En Londres conoce una viuda argentina Ignacia Gómez de Canevas con quien convive un tiempo. A posterioridad Mitre le quita el cargo a Alberdi pero permanece en París. Durante las tres décadas posteriores vivió con su ama de llaves, Angelina Dauge, en su casa de Normandía, donde escribe, entre otros, “El crimen de la guerra”; la familia de Angelina era su familia. En 1879, después de 41 años, vuelve a Argentina y reanuda relaciones con dos de sus novias, Lastenia e Ignacia. Luego de un tiempo en Buenos Aires vuelve a París y de regreso sufre un ACV y ya en París es visitado por Matilde Lamarca, que había contraído matrimonio con Manuel del Carril. Alberdi muere en 1884 a los 70 años. Angelina Dauge se desmaya de dolor ante el querido Alberdi, a quien la muerte atempera como seductor, quedando su legado de libertad eternamente.
Cesar Trejo
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