EN RUINAS. La capital de Gaza, después de meses de bombardeos.
TEL AVIV, Israel.- En medio de lo que describió como “etapas iniciales” de su planificada ofensiva para “tomar el control” de la Ciudad de Gaza, el Ejército israelí la declaró como “zona de combate”. Por tanto, puso fin a las llamadas “pausas tácticas” para la entrega de ayuda humanitaria, en una región golpeada por la hambruna. En paralelo, el Estado de mayoría judía anunció que recuperó los cadáveres de dos rehenes en una operación en Gaza. Uno de ellos fue identificado como Ilan Weiss, asesinado durante el ataque del 7 de octubre.
Israel enfrenta una creciente presión interna y del exterior para terminar con la guerra en la Franja de Gaza, donde la mayoría de la población ha sido desplazada al menos una vez durante el conflicto, que ha dejado más de 63.000 muertos.
El ejército israelí no da señas de que vaya a suspender su plan de tomar Ciudad de Gaza, y su portavoz en árabe afirmó que las tropas no esperarán.
“A partir de hoy (...) la pausa táctica local en la actividad militar no se aplicará a la zona de Ciudad de Gaza, que constituye una zona de combate peligrosa”, indicó un comunicado.
Esa “pausa táctica local” diaria había sido anunciada a fines de julio para Ciudad de Gaza, la mayor urbe de la Franja de Gaza, y otras zonas del territorio palestino con el fin, según el ejército, de “permitir el paso seguro de los convoyes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)” y de ONG humanitarias.
Con la muerte cerca
Mohamed Abu Qamar, de 42 años, oriundo de Jabaliya, en el norte de Gaza, se preparaba para ir hacia el sur, pese a que le “arde el corazón” al partir.
“No queremos dejar nuestro hogar. Estamos exhaustos, vamos del norte al sur sin un respiro”, relató a la agencia AFP. “La muerte nos está cercando. Emprendemos la marcha sin saber si llegaremos a salvo o si moriremos a mitad de camino”.
La ONU estima que actualmente casi un millón de personas viven en la gobernación de Gaza, que incluye Ciudad de Gaza y sus alrededores.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), un organismo respaldado por la ONU, declaró el estado de hambruna en esta zona de Gaza la semana pasada y una agencia de Naciones Unidas atribuyó la situación a “la obstrucción sistemática de Israel”.
La Defensa Civil de Gaza indicó que al menos 55 personas murieron en el territorio palestino desde el amanecer. El ejército israelí pidió las coordenadas de los ataques para comprobar los reportes.
Dadas las restricciones impuestas por Israel a los medios en Gaza y las dificultades de acceso sobre el terreno, la prensa no puede verificar de forma independiente las afirmaciones de la Defensa Civil o del ejército israelí.
El ejército no llamó a la población a dejar Ciudad de Gaza, pero el miércoles afirmó que la evacuación es “inevitable”, debido a la decisión de Israel de tomar el control de esta localidad, considerada como uno de los últimos bastiones de Hamas.
Abdul Karim Al Damagh, de 64 años, contó que se marcha al sur y que es la quinta vez que es desplazado. “Hoy, una vez más, debo abandonar lo que queda de mi casa y mis recuerdos (...) puede que el sur sea más tranquilo, pero no es seguro, el miedo nos persigue, la muerte siempre está cerca”, afirmó.
El conflicto estalló con el ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de 1.219 personas, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales. Los milicianos secuestraron a 251 personas. De los 47 rehenes que permanecen cautivos en la Franja de Gaza, se estima que 20 siguen vivos.
El portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida, advirtió que los rehenes israelíes enfrentan los “mismos riesgos” que el resto de la población ante la inminente operación en Ciudad de Gaza.
En Gaza, la ofensiva israelí ha matado a 63.025 personas, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio palestino -gobernado por Hamás-, considerados fiables por la ONU.






















