CON TOBILLERA. Manifestantes llevaron un muñeco y banderas a una protesta frente a la casa de Bolsonaro, en Brasilia.
BRASILIA, Brasil.- La corte suprema de Brasil inició las sesiones para dictar sentencia en el histórico juicio contra el ex presidente Jair Bolsonaro, quien se expone a más de 40 años de prisión acusado de intento de golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva.
La fiscalía acusa al líder ultraderechista, de 70 años, de haber liderado una “organización criminal armada” que conspiró para tratar de aferrarse al poder, tras su derrota frente a Lula en las elecciones de 2022.
El ex mandatario de extrema derecha (2019-2022) del mayor país de América Latina debe conocer su veredicto hasta el 12 de septiembre, junto al de siete coacusados, entre ellos varios ex ministros y altos mandos militares.
El juez Cristiano Zanin abrió la sesión ayer, en el Supremo de Brasilia. Bolsonaro, en arresto domiciliario desde el mes pasado, no estaba presente en la sala en Brasilia y tampoco tiene previsto acudir al resto de las sesiones, según su defensa.
El juez Alexandre de Moraes sancionado por Estados Unidos, y uno de los magistrados del Supremo Tribunal Federal de Brasil, dijo que esa corte “no cederá” a las presiones externas cuando emita su veredicto.
El ex mandatario “no está bien”, dijo su abogado Celso Vilardi a periodistas. Cuestión de “salud”, agregó, sin más detalles.
De Moraes afirma que Bolsonaro y sus aliados buscaron instalar una “dictadura”, al referirse a la asonada del 8 de enero de 2023 en Brasilia, que la fiscalía considera como un último intento de seguir en el poder.
“Lamentamos que en la historia republicana brasileña se haya intentado de nuevo un golpe de Estado (...) pretendiéndose la instalación de un estado de excepción y de una verdadera dictadura”, dijo De Moraes.
El líder de la derecha brasileña clama su inocencia y se considera víctima de una “persecución política”, cuando falta poco más de un año para las presidenciales.
Su juicio abrió una crisis inédita entre Brasil y Estados Unidos. Invocando una “caza de brujas” contra su aliado, el presidente estadounidense Donald Trump impuso el 6 de agosto aranceles de 50% sobre una parte de las exportaciones brasileñas.
El supremo ignorará “presiones internas o externas” al dictar su sentencia en el caso, dijo De Moraes, sancionado por Estados Unidos como represalia por el proceso al ex presidente.
El tribunal será “absolutamente inflexible en la defensa de la soberanía nacional”, agregó.
Proceso inédito
Es la primera vez que un ex jefe de Estado brasileño enfrenta acusaciones de este tipo: un evento histórico 40 años después del fin de la dictadura militar (1964-1985), cuyos responsables nunca fueron juzgados.
En Brasilia se reforzó la presencia policial en la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran el palacio presidencial, el Parlamento y la corte suprema.
Fue ahí donde el 8 de enero de 2023 miles de bolsonaristas vandalizaron los centros del poder público mientras exigían una intervención militar para destituir a Lula, recién investido.
Bolsonaro está acusado por la fiscalía de haber sido el instigador de estos disturbios.
Según la acusación, el proyecto golpista también incluía un decreto de estado de sitio y un plan para asesinar a Lula, a su vicepresidente electo Geraldo Alckmin y a De Moraes.























