Cartas de lectores: Tucumán no se ridiculiza

04 Septiembre 2025

En los últimos días se ha viralizado un video del empresario Rosendo Grobocopatel titulado “La caída de Tucumán”. No niego su derecho a opinar; la libertad de expresión es un bien preciado. Pero como tucumano que vive, sufre y ama esta tierra, no puedo permitir que se la reduzca a un diagnóstico apresurado ni se la ridiculice desde la distancia. Es fácil dictar sentencia desde afuera. Lo difícil es vivir Tucumán. Caminar sus calles, sentir el olor a caña en los ingenios, descubrir el aroma del limón recién cortado, escuchar la zamba bajo el cielo de Tafí del Valle, compartir la esperanza de los jóvenes que apuestan a la economía del conocimiento, o mirar a los ojos al trabajador que cada amanecer dobla el lomo para sostener a su familia. Tucumán tiene deudas, sombras y contradicciones. Pero también tiene un alma que no se quiebra. Somos cuna de la Independencia, faro cultural, tierra de Mercedes Sosa y de Atahualpa Yupanqui, que dejó aquí su canto como una semilla que sigue germinando en nuestro pueblo. Provincia pequeña en territorio pero inmensa en historia y talento. Quien no conoce estas esquinas, quien no ha respirado la plaza Independencia en las noches de septiembre ni ha visto la Casa Histórica iluminada en un 9 de Julio, debería tener prudencia antes de dictar veredictos. La crítica se agradece; el desprecio lastima y no construye. Tucumán necesita confianza, inversores, turismo. No se atraen pintando ruinas, sino mostrando lo que somos: un pueblo que se ríe de sí mismo, como aquel “Negrito Tucumano” que supe evocar, pero que nunca pierde la dignidad de brillar con su propia luz. No pedimos aplausos. Pedimos respeto. Porque Tucumán no es caída: es promesa.

Jorge Bernabé Lobo Aragón     

jorgeloboaragon@gmail.com

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