La falta de la bicisenda que debería unir San Miguel de Tucumán con El Cadillal es un problema que afecta gravemente a los ciclistas, tanto a nivel de seguridad como de calidad de vida. Este proyecto, que prometía una solución para quienes utilizan la bicicleta como medio de transporte, recreación o deporte, está paralizado por falta de recursos, y deja a los ciclistas en una situación de vulnerabilidad extrema. La ruta 9, que conecta estos dos puntos, se ha convertido en un espacio peligroso para quienes pedalean. Sin una infraestructura adecuada, los ciclistas deben compartir la calzada con vehículos que circulan a alta velocidad, y se exponen a accidentes que, lamentablemente, ya han cobrado vidas. Además, la normativa prohíbe la circulación de bicicletas en esta autopista; pero al no haber alternativas, muchos se ven obligados a infringir la ley, poniendo en riesgo su integridad. Este problema no solo afecta a los ciclistas, sino también al turismo y a la movilidad sustentable en Tucumán. El Cadillal es uno de los destinos mas visitados de la provincia y contar con una bicisenda segura no solo facilitaría el acceso a las bicicletas, sino que también fomentaría el uso de transportes ecológicos y saludables. Sin embargo, la falta de financiamiento y de voluntad política para avanzar en este proyecto mantiene a los ciclistas en el abandono. Es urgente que las autoridades retomen este proyecto y prioricen la seguridad de quienes eligen la bicicleta como estilo de vida. No se trata solo de una obra de infraestructura, sino de proteger vidas y promover un cambio hacia una movilidad más inclusiva y sostenible. La bicisenda no es un problema, es parte de la solución.
Rodolfo Ruarte
Las Heras 516
S. M. de Tucumán



















