Encuentro de ACDE: “Para crecer hay que ceder; la gente no quiere que la dirijan, sino que la administren”, afirmó Herrero

El ex presidente de Toyota Argentina contó cómo convirtió en éxito las iniciativas que impulsó en esa firma y en Mercedes-Benz.

LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO.

El segundo panel del quinto Encuentro de Empresarios del Norte Argentino -que, organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), se desarrolla hasta las 17 en el hotel Sheraton- no mostró la seriedad que a priori uno se imaginaría en un público empresario. Por el contrario, durante casi todo el tiempo que ocupó la actividad abundaron las sonrisas -y, durante varios pasajes, las risas- de prácticamente la unanimidad del auditorio.

Ocurre que durante la distendida convesación que mantuvieron el periodista -secretario de Redacción y coordinaror general de Contenidos de LA GACETA- José Názaro y el ex presidente de Toyota Argentina -actual CEO de Prestige Auto y representante en el país de Mercedenz-Benz- Daniel Herrero, este último coló varias divertidas anécdotas, que le sirvieron para mostrar el éxito de varios proyectos que impulsó, fundamentalmente en Toyota.

Al inicio de la charla, Názaro le pidió que cuente su vínculo con Tucumán. “Mi abuelo había sido director del ingenio Leales; así que de chiquito aprendí lo que valía la caña de azúcar y toda la mano de obra que tenía detrás”, respondió Herrero.

Durante sus alrededor de 12 años de gestión al frente de Toyota Argentina, la compañía experimentó un crecimiento exponencial: pasó de 2.200 a unos 8.000 empleados, y se consolidó como líder en producción y en exportación de vehículos en el país. Y en los cuatro meses en su nuevo trabajo ya aumentaron la producción en 2.000 unidades, lanzaron las Sprinters con caja automática y se redujo el ausentismo en un poco más de un 4%. ¿Cómo se logra tanto en tan poco tiempo?, quiso saber Názaro.

“El secreto está en la pasión, en la convicción y en el diálogo. Me autodefino como comprador compulsivo de problema; y soy un convencido de que el optimismo contagia. Y cuando sos líder tenés la responsabilidad de iniciar con eso en vos; es el primer gesto de confianza. Entonces desde el día uno a todo el equipo -desde el primero hasta el último de los empleados- les contamos cuál era el proyecto”, dijo. Y enumeró los beneficios que redundarían para todos si se alcanzaban los objetivos. “No solo podías sostener las fuentes de trabajo, sino incorporar más empleados. Cuando decís que en tu empresa nadie sobra la convertís en una comunidad, en un propósito que todos van a defender; porque es un proyecto de inclusión, que es lo que le falta a la Argentina”, indicó.

Admitió que no se trata de algo sencillo. “Obviamente lleva mucho diálogo con todos los actores; y búsqueda de consensos. Y hay que entender que este no implica debilidad, es buscar la inteligencia colectiva de todo tu equipo. Eso falta en la Argentina. Haber bajado el ausentismo de un 11% a un 4% es el entendimiento de que no hay motivación más grande en tu vida para levantarte que ir a trabajar en un equipo que está dispuesto a ganar y a crecer”, señaló Herrero.

Názaro aprovechó las alusiones del CEO para preguntarle cómo ve el escenario en el país. “Muy competitivo, hoy la competencia puede venir de cualquier lado. Pero hay que entender que las nuevas tecnologías están a disposición de todos, no nos dejarán sin trabajo; pero debemos capacitarnos. En este mundo hay que tener en claro que en lo que respecta a servicios y a creatividad, la Argentina tiene un lugar seguro. Hace cinco años, el ChatGPT era de la NASA, y hoy todos los tenemos en el celular. El 70% de las empresas usa Inteligencia Artificial (IA). La innovación te permite hacer nuevas cosas; entonces, les doy un consejo: todo aquel que dentro de su empresa tenga alguien que diga ‘che, ¿esto no lo podemos hacer de otra manera?’ cuídelo, porque esa persona quiere innovar y te va a llevar a mejorar tu compañía”, dijo.

Negó de manera rotunda que la IA atente contra los trabajos. “Esas innovaciones pasarán ahacer las tareas repetitivas; pero si nos capacitamos podremos atender otros temas. Obtenemos de los clientes 72 millones de datos, pero no tenemos gente capacitada para analizarlos. La articulación público privada, la academia y las empresas tenemos ahí la obligación de trabajar ese futuro. Es posible. Todas las noches te tenés que acostar con un sueño, y a la mañana levartarte y empezar a trabajar para cumplirlo; no vendrá solo”, afirmó.

Luego, convocado por Názaro, contó cómo surgió el plan de inversión de U$S 1.000 millones que logró para Toyota Argentina. “El tema surgió con la idea de hacer un proyecto sustentable, en la Argentina, con sus crisis y falta endémica de dólares, nos hizo pensar en cambiar, en ser una empresa exportadora; y eso implicaba fabricar más de 100.000 unidades, un cambio cultural. Tenés gente a favor, gente en contra y gente indecisa. El cambio duele el día uno; es el ejemplo de la dieta: el primer día tengo hambre, y los beneficios los veré recién cuando me pese en la balanza”, contó.

Agregó que implicó mucho diálogo, con muchos actores. Incluido, el sindicato. “Fue el más difícil. Había que contarles todo el proyecto, y había directores que no querían compartir esto con el sindicato. Pero yo les di mi número privado de celular a todos delegados. La pasion vence al miedo siempre; uno como líder tiene la obligación de soñar ese largo plazo. Y hay que ceder para crecer; la mejor negociación es aquella de la cual las dos partes salen enojadas, porque es señal de que le dieron más al otro. Es una cuestión de confianza mutual, algo que en la Argentina falta. Para crecer hay que dialogar muchísimo, y ceder. La gente no quiere que la dirijan, sino que la administren”, puntualizó Herrero.

Finalmente, Názaro preguntó con qué herramientas deben contar aquellos que tengan gente a su cargo. “El secreto es la empatía; entenderlo al otro, estar cerca. Entender que sin que importe el palito del gallinero que te tocó en la vida, todo somos iguales en un proyecto. Entender la importancia de la escucha, y que debemos aprender de todos”, respondió el CEO.

Comentarios