Tras la eliminación, Campodónico analizó la campaña y habló sobre su futuro en San Martín

La eliminación del Reducido no sólo cerró otra temporada frustrante para San Martín, sino que también dejó a Mariano Campodónico en una encrucijada. Con el dolor todavía fresco y en un contexto institucional convulsionado por el posible llamado a elecciones, el entrenador ofreció un análisis profundo de lo ocurrido y del futuro inmediato en Fuerte al Medio, la propuesta deportiva de LG Play.

“Estoy todavía golpeado, con mucha tristeza por no haber conseguido el objetivo”, reconoció el DT, consciente de que la herida deportiva aún no cicatriza. Lejos de desconectarse, explicó que siguió yendo al club junto a su cuerpo técnico para ordenar materiales y dejar registros de lo que fue la campaña. “Hasta ayer estuvimos yendo; hoy -por ayer- a la mañana también fuimos a hacer unas cosas de trabajo nuestro, de formación, para dejar todo ordenado: los GPS, los partidos jugados, todo el control de los chicos”, agregó.

Tras la caída con Deportivo Morón, Campodónico reunió al plantel apenas regresó a Tucumán. El mensaje, según describió, fue más de contención que de análisis. “Volvimos el lunes y el martes nos juntamos para dar estas dos semanas de receso, para volver el 6 de noviembre. La verdad que estamos muy golpeados, no nos pusimos a hablar en detalle lo que pasó”. Esa reunión, más emocional que técnica, le permitió medir el ánimo de los futbolistas. “Siento que los chicos dejaron todo, hicieron lo posible por hacer un gol y quedarnos con la llave. El tema de la expulsión se hizo complicado, pero dejaron todo hasta la última gota y no se pudo dar”, analizó.

Mientras intenta procesar el desenlace deportivo, el técnico también debe convivir con la incertidumbre institucional. El posible llamado a elecciones lo tomó por sorpresa y alteró la planificación que había diseñado con la actual dirigencia. “Cuando llegué al club lo habíamos planificado. Tengo contrato hasta diciembre de 2026. Pero ahora llamarían a elecciones y eso genera un ‘poquito’ de incertidumbre, porque uno había planificado algo con esta dirigencia”. Aun así, eligió mostrarse agradecido. “Ellos conmigo se portaron bien. Me dieron la oportunidad de dirigir a San Martín. Estoy agradecido y ojalá podamos seguir todos juntos”, pidió.

En el plano deportivo, el DT identificó momentos clave del torneo que marcaron el rumbo. “Cuando llegamos, el cambio del partido contra River fue una pequeña luz de esperanza porque el equipo jugó bien, de otra manera a lo que venía jugando”, aseguró el DT. Sin embargo, los tropiezos finales pesaron más de la cuenta. “El partido con Alvarado y el de Quilmes los tendríamos que haber ganado. A veces el fútbol tiene estas cosas: el jugador pierde confianza y las cosas no salen”, dijo sobre una autocrítica que apareció sin rodeos. “Si uno se pone a analizar, por ahí algún planteo o algún cambio se podría haber hecho de otra manera. Pero siempre traté de poner a los que veía mejor”, agregó.

La continuidad en duda

En medio de este panorama, hay algo claro. El contrato del entrenador no incluye cláusulas de rescisión, por lo que su continuidad dependerá de las decisiones que tome la próxima comisión directiva. “El contrato dice que es hasta diciembre de 2026. No hay cláusula. Hablé con Rubén (Moisello) y me dijo que los jugadores tienen licencia hasta el 6 de noviembre”, detalló. “Cuando volvamos en noviembre ya va a estar todo más claro. Se tendrán que sentar conmigo y ver si van a querer que continúe”, agregó el DT, que también se permitió un respiro personal tras un año exigente. “Viajo mañana porque es el cumpleaños de mi hija y el Día de la Madre. Desde que llegué a Tucumán no me fui nunca. Siempre estuvimos trabajando porque es la única manera de mejorar las cosas. Tengo ganas de ver a la familia un poco, hace rato que no la veo”.

Antes de viajar, dejó un mensaje directo para los hinchas, cargado de autocrítica y empatía. “Pedirles disculpas. La ilusión que tenían era la misma que tenía yo. Mi ilusión era que el equipo vuelva a tener identidad, que vuelva a llenar La Ciudadela, y la verdad que no pudimos”, reconoció el DT, quien no perdió las esperanzas en sus dirigidos. “Pensé que después de Atlanta podíamos retomar la confianza, pero no se dio. Ya es pasado, hay que mirar para adelante y tratar de hacer las cosas bien para que San Martín le vaya bien. Vamos a tener tiempo de charlar. La pretemporada y los amistosos servirán para volver a saber lo que quiere la gente de San Martín”, cerró.