El duelo entre River e Independiente Rivadavia por las semifinales de la Copa Argentina quedó demorado en Córdoba por un diluvio que transformó el Mario Alberto Kempes en una verdadera laguna. El temporal, que se desató justo en el entretiempo, complicó el campo de juego al punto de volverlo impracticable y obligó a suspender momentáneamente el inicio del segundo tiempo.
Durante los últimos minutos de la primera etapa ya se advertían las primeras gotas, pero la tormenta se intensificó rápidamente. En cuestión de minutos, varios sectores del estadio quedaron anegados y la pelota dejó de rodar con normalidad. Los jugadores regresaron a los vestuarios mientras la lluvia caía con fuerza y el público buscaba refugio bajo las tribunas.
La preocupación creció cuando el aguacero no cedía y las imágenes mostraban a los auxiliares intentando escurrir el agua con baldes y squeegees. El árbitro Andrés Gariano, junto con sus asistentes, salió al campo para evaluar las condiciones del césped y comprobar si era posible reanudar el encuentro, pero el panorama era desalentador: el agua cubría ambas áreas y la pelota prácticamente no picaba.
El propio Gariano explicó la situación en diálogo con TyC Sports. Dijo que se largó un diluvio en el entretiempo y que las dos áreas estaban muy anegadas, por lo que decidieron esperar quince minutos antes de tomar una decisión definitiva. El anuncio fue recibido con calma por las hinchadas, que aprovecharon el parate para cantar bajo la lluvia.
El temporal que paralizó Córdoba
Con el correr de los minutos, las cámaras mostraron al árbitro recorriendo nuevamente el campo mientras la tormenta continuaba. Los pronósticos ya anticipaban mal clima en la provincia, pero nadie imaginó semejante magnitud. La Copa Argentina sumó así un nuevo capítulo bajo el agua, mientras River e Independiente Rivadavia aguardaban por la reanudación de un partido que, al menos por ahora, la lluvia se encargó de detener.























