Colapinto, el piloto que con muy poco hace mucho

Terminó 16° en un exigente GP de México, con un Alpine penoso; Norris arrasó.

¿CUENTA REGRESIVA? Colapinto podría ser confirmado hoy como segundo piloto de Alpine para la temporada 2026. ¿CUENTA REGRESIVA? Colapinto podría ser confirmado hoy como segundo piloto de Alpine para la temporada 2026. ARCHIVO

“Lo bueno es que peor no se puede ir” es toda una frase, y la dijo Franco Colapinto a poco de haber terminado en el puesto 16 del Gran Premio de México. Atrás quedó para él una carrera con claroscuros, en la que largó 20° con neumáticos duros (una decisión sin dudas inesperada), sostuvo en la pista sólo una pelea mano a mano (con su compañero en Alpine, el francés Pierre Gasly) y pudo llevar al A525 hasta el final a buen ritmo, pese a todo, incluyendo un semi trompo en la largada y, una vez más, una estrategia desacertada del equipo.

Con 52 grados en la pista, se esperaba que el calor hiciese su parte en el desarrollo de la carrera. Eso sucedió en cierta medida. Hubo cuatro abandonos y muchas penurias por la temperatura de los neumáticos.

Franco largó y ya en la primera curva enfrentó su primer problema: en su intento de superar a Lance Stroll (Aston Martin), el canadiense nunca lo vio por los espejos, le cerró el paso, lo obligó a irse al pasto y allí se generó el ya citado semi trompo. Fue cuestión de devolver el coche en la dirección de la competencia, tomar aire y resistir en las 71 vueltas que quedaban por delante.

Quedó 19° en la vuelta 3, por el ingreso a boxes del neozelandés Liam Lawson (Racing Bulls), que al rato abandonó tras protagonizar un incidente en la pista.

Lo de los incidentes fue cosa seria en la primera parte de la carrera. En ese tiempo, se dio un desarrollo áspero, que vaticinó un lindo show, aunque después esto quedó sólo en una promesa, con excepciones. Entre los más relevantes, hay que mencionar que primero se fue de pista el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que por esto debió devolver puestos. Vueltas después le ocurrió lo mismo al británico Lewis Hamilton (Ferrari). Varias investigaciones quedaron abiertas, las que originaron algunas sanciones. Al que nada lo inmutó fue al británico Lando Norris (McLaren), que se escapó en la punta e imprimió un ritmo demoledor para terminar ganando de punta a punta. Con ello pudo apoderarse de la punta del certamen de pilotos otra vez.

Allá por la vuelta 10, Colapinto tenía a Gasly adelante, y seguía 19°.  Quedó 18° en la 18, por el ingreso del español Carlos Sainz (Williams) a los pits. Y avanzó a la posición 17 cuando Stroll hizo lo mismo.

A esta altura de la prueba, ya era claro el penoso rendimiento de los Alpine. Y no sólo era un efecto visual, ya que viajaban muy lejos de quienes los precedían. Por caso, quienes entraban a los pits por un cambio de neumáticos y quedaban atrás (Sainz, su compatriota Fernando Alonso con Aston Martin y Stroll), pronto se les acercaban rápidamente y los superaban. En suma, fue un Gran Premio en el que los coches de la escudería francesa, más que nunca, sólo se midieron entre ellos.

La carrera seguía y, allá por el giro 29, Franco se vio beneficiado por el abandono del alemán Nico Hülkenberg (Sauber). Y cinco vueltas después, abrió la expectativa al ponerse en zona de DRS con Gasly. ¿Se daría de nuevo una polémica orden de equipo como pasó la semana pasada en el GP de Estados Unidos? No fue posible: lo llamaron al francés a los pits.

Corría la vuelta 36 y pasó a ser 16°, ahora por el abandono de Alonso. Quedaba la sensación de que, con un menos de la mitad de la carrera por delante, la estrategia de hacerlo largar con gomas duras para que dure mucho más en la pista había entrado en un irremediable desgaste. Y la sensación pasó a ser realidad cuando se vio cómo Gasly, que venía último y con gomas blandas en su Alpine, acortaba diferencias, paulatina y rápidamente.

Luego de quedar fugazmente 15° por el ingreso a los pits de Alex Albon (Williams), llegó finalmente el cambio de los neumáticos duros por blandos ¡con 50 vueltas! Y los hizo aguantar en una pista muy caliente. De hecho, fue el piloto que más vueltas dio con un solo compuesto. “Las hice arrastrándome, sin grip. Las llevé hasta el infinito”, dijo Franco con su ya tradicional estilo de resignación y humor.

Lo que quedó fue, quizás para el bonaerense, lo mejor de su experiencia en México. Volvió al trazado a más de 20” de Gasly, y poco a poco se le fue acercando. A siete giros del final, se puso a 5”, y en la vuelta 70 ya quedó en zona de DRS. Pero no lo pasó al francés, porque justo entonces venían atrás el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y Verstappen, dando espectáculo en una pelea por el segundo lugar de la carrera. Por reglamento les cedió el paso y, cuando procuró ir de nuevo por Gasly, se declaró un muy opinable auto de seguridad virtual porque supuestamente Sainz, que abandonó, había dejado su Williams en zona peligrosa, cuando no fue así.

Esto último le quitó ese tris de emoción final que requería la competencia, porque se reanudó con pocos metros para la bandera a cuadros, con poco para hacer. Finalmente, Colapinto terminó 16°, a apenas 216/1000 de Gasly, una situación que demuestra una vez más su superación como piloto, teniendo muchísimas menos carreras en la F-1 que el francés.

Dentro de 12 días comenzarán las actividades en el circuito de San Pablo, para darle forma al Gran Premio de Brasil, “la carrera en casa”, como definió Franco.  “Seguro que va a haber muchos argentinos y tengo muchas ganas de ir allá y disfrutarlo con ellos. Ojalá que andemos bien para darles un lindo resultado”, agregó. Quién sabe si cuando el desafío brasileño ya sea una realidad no llega la confirmación de Alpine sobre que el bonaerense tiene butaca asegurada en la temporada 2026. Sería un acto de justicia porque, a la luz de su talento, ya demostró largamente que con poco supo hacer mucho.

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