Por Lucía Lozano
28 Octubre 2025
La polémica por el colecho y una advertencia de la Sociedad Argentina de Pediatría sobre la muerte súbita: “Me encanta dormir con mi bebé, pero sé que es riesgoso"
El testimonio de madres que comparten la cama con sus hijos se cruza con el aviso de la SAP, que asocia esta práctica a la mayoría de los casos de muerte súbita infantil. Qué medidas recomiendan los especialistas para dormir de forma segura.
No fue planeado. Cuenta María Celeste Sosa (34) que, en su caso, fue por agotamiento. Así empezó a practicar colecho con su bebé, Lautaro, que hoy tiene nueve meses. “Me parece hermoso tenerlo cerca cada noche. Defiendo la crianza con apego, el contacto constante y la lactancia prolongada, aunque a veces sea demandante y nos deje sin energía. Creo que ese vínculo tan estrecho ayuda a los hijos a crecer más seguros y felices”, sostiene. Como algo negativo, cree que, cuando crezca, a "Lauti" le costará dejar la cama grande.
A Eugenia Carrizo (39) le pasó algo similar cuando nacieron sus hijos, hace 7 y 2 años. “Terminé amigándome con el colecho porque era yo la que se levantaba a la noche hasta la pieza donde esta la cuna de mis hijos. Por cansancio, a la tercera vez que se despertaban me los terminaba llevando conmigo”, cuenta la mamá de Tobías y Ámbar. Sin embargo, confiesa que siempre le dio un poco de miedo. “A veces me despertada asustada, sobre todo cuando eran muy bebitos”, explica.
El colecho es desde hace muchos años un tema de debate entre padres, psicólogos, pediatras y otros especialistas. Ahora, un nuevo pronunciamiento de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) vuelve a poner la cuestión bajo la lupa. La SAP ha publicado un documento en el que ubica al colecho como una de las posibles causas de la muerte súbita en menores de un año.
La preocupación de los médicos es porque, en promedio, en Argentina hay un caso de muerte súbita por semana en esa población pediátrica. Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, en total, se contabilizan 149 fallecimientos domiciliarios al año en bebés menores de 12 meses, de los cuales 73 corresponden a muertes súbitas e inesperadas del lactante, un dato que busca encender la alerta y reforzar las medidas de prevención.
Cifras preocupantes
El informe de la SAP se apoya en un estudio sobre mortalidad infantil domiciliaria (MID) realizado por la Dirección de Salud Perinatal y Niñez del Ministerio de Salud de la Nación. Allí se advierte un dato preocupante: el 69,2% de las muertes se produjeron en contextos de colecho, y la mayoría de los casos correspondieron a bebés de entre 0 y 5 meses (82,7%). Además, el relevamiento mostró que en más de una cuarta parte de los hogares (27,4%) había al menos un conviviente fumador y que el 70,8% de las familias vivía en condiciones de hacinamiento, con más de tres personas durmiendo en un mismo cuarto.
Otros datos del Ministerio de Salud indican que la ocurrencia de muerte súbita es ocho veces mayor en los niños que duermen en la cama de los adultos y 17 veces mayor en los que duermen sobre un sofá. El riesgo que genera el colecho es mayor cuanto más se prolonga esta práctica durante la noche. Las causas de este incremento consistirían en estrés térmico, aplastamiento del adulto sobre el niño y obstrucción de la vía aérea como consecuencia de la cabeza cubierta o la posición de costado, informaron.
El lugar más seguro
El lugar más seguro donde puede dormir un bebé es en su cuna, al lado de la cama de los padres, advierte el documento.
RECOMENDACIONES. Los pediatras sugieren que el bebé duerma siempre boca arriba y sobre una superficie plana.
El colecho es un tema recurrente en la visita al médico, reconoce la pediatra Julieta Vilar, vicepresidenta de la SAP filial Tucumán. No se trata de estar a favor o en contra, remarcó. Sino de tener en cuenta cuáles son las prácticas del sueño seguro para los bebés, que según detalló la profesional son estas:
• Dormir boca arriba en toda ocasión de sueño.
• Dormir sobre una superficie firme, plana y no inclinada.
• Recibir alimentación con leche humana.
• Se recomienda que los bebés duerman en la habitación de los padres, cerca de su cama, pero en una superficie separada y apropiada para ellos. El tiempo sugerido se limita a los primeros seis meses de vida.
“El colecho tiene mayor riesgo de muerte por sofocación; es más de 10 veces el peligro basal cuando está disminuida la capacidad de alerta de adulto (cansancio, sedación, alcohol, drogas psicoactivas ilícitas), cuando el adulto es un fumador o la embarazada fumó durante la gestación, y cuando la superficie es blanda, no firme”, detalló.
“Es entre cinco y 10 veces más peligroso durante los primeros 4 meses de edad en todos los bebés, y también cuando el cuidador no es uno de los padres”, añadió la pediatra.
También aumentan los riesgos de dos en los prematuros o nacidos de bajo peso, y en presencia de almohadas, sábanas y otros accesorios. “En casos en que el adulto se duerma mientras alimenta al bebé, se reconoce que es menos peligroso si ocurre en la cama del adulto (pero señala que no es recomendable) que en un sofá”, puntualizó.
Otros consejos que da Vilar es evitar la ropa de cama pesada y no colocar objetos dentro de la cuna. “El uso de varias capas de vestimenta o de una bolsa de dormir es preferible al uso de ropa de cama”, precisó. En la cuna no debe haber almohadas, nidos de contención, chichonera, peluches, ropa suelta o colchas.
Qué pasa con el chupete
¿Es un mito que el chupete ayuda a prevenir la muerte súbita? Sí se recomienda ofrecer un chupete en toda ocasión de sueño, a partir del momento en que la lactancia esté bien establecida (que es cuando el bebé está aumentando de peso y no hay problemas con el amamantamiento). Nunca colocarle el chupete si ya está dormido, porque puede empujar la lengua hacia adentro.
La posición de costado no se recomienda porque facilita la rotación hacia la posición boca abajo. Por último, aconseja evitar la exposición al humo de tabaco y la exposición a la nicotina a través de los sustitutos del cigarrillo (vaporizadores, cigarrillos electrónicos) y evitar el sobreabrigo del bebé y la cobertura de la cabeza; las sábanas o mantas sólo deben cubrir hasta la línea axilar; no colocarle gorro en ambientes de temperatura agradable ni ponerles ropa con cordones.
"No debería interpretarse como una mala costumbre"
Ahogamientos
El ahogamiento continúa siendo una de las principales causas de muerte prevenible en el país. Así lo advirtieron especialistas reunidos en el XII Congreso Internacional de Salvamento Acuático y Socorrismo (CISAS), donde se destacó que la mayoría de los casos involucra a niños menores de cinco años y a jóvenes de entre 15 y 24, principalmente varones. Durante el encuentro, que se realizó en Mar de Ajó, los expertos coincidieron en que están aumentando los casos de ahogamiento. Dijeron que existe una preocupante “desensibilización del riesgo” entre las personas menores de 30 años y una creciente falta de supervisión adulta, muchas veces vinculada al uso excesivo del celular.
“Cada siete días en Argentina muere un chico menor de cuatro años. Y eso es pura y exclusivamente responsabilidad de los padres o los adultos responsables”, señaló Martín Del Gaiso, guardavidas con más de tres décadas de experiencia y organizador del CISAS.
En Argentina, según los datos oficiales de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio de Salud, solo en 2023 se registraron 252 muertes por ahogamiento “La tecnología es un problema que tiene que ver con el cuidado de los padres en todos lados y el mayor distractor hoy es el celular”, advirtió Del Gaiso.
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