VELOZ. El cuerpo viaja a una velocidad de 300 kilómetros por segundo.
El paso de un nuevo cometa mantiene en vilo a la comunidad científica internacional. Se trata del 3I/Atlas, un objeto de origen interestelar que atraviesa el Sistema Solar y que, según explicó la doctora Olga Pintado, astrónoma y doctora en Física y Electrónica, “no se formó en nuestro sistema, sino que viene de otra parte del espacio”.
“Es el tercer objeto de este tipo que se detecta. El primero fue ‘Oumuamua’, y luego se descubrieron dos más con características similares. Seguramente otros también han ingresado antes, pero no pudimos detectarlos”, señaló Pintado en diálogo con LG Play.
La especialista detalló que el Atlas se distingue por su trayectoria hiperbólica, una órbita abierta que le permitirá pasar una sola vez cerca del Sol antes de continuar su viaje interestelar. “Los cometas del Sistema Solar tienen órbitas elípticas, es decir, cerradas. Este, en cambio, pasará y no volverá más”, explicó.
El cuerpo celeste se desplazará a una distancia de entre cinco y seis veces la que separa la Tierra de la Luna, por lo que no será visible a simple vista. “Tal vez pueda detectarse con telescopios pequeños, pero cuando pase detrás del Sol, en su punto más brillante, no podremos observarlo desde aquí”, añadió.
Origen y composición
Consultada sobre su procedencia, Pintado aclaró que no proviene de otra galaxia, sino de “nuestra propia Vía Láctea, aunque de un sistema planetario distinto”. “Estos cometas se forman en las nubes de gas interestelar donde nacen las estrellas y los planetas. En nuestro caso, los del Sistema Solar se originan en la nube de Oort. Este viene de un sistema diferente, y estudiarlo nos puede brindar información sobre otros mundos”, indicó.
El cometa viaja a una velocidad de alrededor de 300 kilómetros por segundo, y presenta la clásica cola de gas y polvo producto de la sublimación del hielo cuando se acerca al Sol. “A este ya se le observó una cola, e incluso podría tener dos”, comentó la científica.
Pintado también desmintió los rumores que circulan en redes sociales sobre una posible amenaza o un origen artificial del cometa. “No hay ningún riesgo para la Tierra. No existe ningún objeto que esté apuntando hacia nosotros, y en este caso no hay señales de que se trate de una nave o algo no natural. No hizo ninguna maniobra extraña y su trayectoria es perfectamente predecible”, sostuvo.
“Es un fenómeno fascinante, que nos permite asomarnos a los materiales y procesos de otros sistemas planetarios. Pero nada para alarmarse: es ciencia, no ciencia ficción”, concluyó.





















