Quién fue Dick Cheney, el vicepresidente más influyente en la historia de EEUU

El republicano murió anoche a causa de complicaciones derivadas de una neumonía y una enfermedad cardiovascular.

EEUU. Dick Cheney, el vicepresidente más influyente en la historia norteamericana. EEUU. Dick Cheney, el vicepresidente más influyente en la historia norteamericana. Foto/Telemundo.
04 Noviembre 2025

Dick Cheney, figura clave en la invasión estadounidense de Irak en 2003 y considerado por los historiadores presidenciales como uno de los vicepresidentes más influyentes de la historia de Estados Unidos, falleció a los 84 años, según informó su familia en un comunicado el martes.

El republicano murió la noche del lunes a causa de complicaciones derivadas de una neumonía y una enfermedad cardiovascular, indicó su familia.

De carácter discreto pero firme, Cheney sirvió a los presidentes Bush padre e hijo. Ex congresista de Wyoming, primero dirigió las fuerzas armadas como secretario de Defensa durante la Guerra del Golfo Pérsico bajo la presidencia de George H. W. Bush (1989-1993), y luego regresó a la vida pública como vicepresidente de su hijo, George W. Bush (2001-2009).

Como vicepresidente, Cheney luchó con vehemencia por ampliar el poder de la presidencia, convencido de que este se había erosionado desde el escándalo Watergate. También expandió la influencia del cargo mediante la creación de un equipo de seguridad nacional que, a menudo, funcionaba como un centro de poder independiente dentro del gobierno.

En la práctica, fue el principal responsable de las operaciones de la presidencia de Bush hijo. Tuvo una influencia decisiva en la implementación de las decisiones más importantes del mandatario, mientras lidiaba con décadas de enfermedad cardíaca.

El republicano fue un firme defensor de la invasión de Irak en 2003 y uno de los funcionarios que más advirtió sobre el supuesto arsenal de armas de destrucción masiva, nunca halladas. Además, defendió las herramientas de vigilancia, detención e interrogatorio empleadas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Años después, Cheney se convirtió en blanco de críticas del presidente Donald Trump, especialmente luego de que su hija, Liz Cheney, se transformara en una de las principales voces republicanas en contra de los intentos de Trump por desconocer su derrota electoral y su rol en los disturbios del 6 de enero de 2021, consignó La Nación.

En un anuncio televisivo en apoyo a su hija, Cheney declaró: “En los 246 años de historia de nuestra nación, nunca ha habido un individuo que representara una mayor amenaza para nuestra república que Donald Trump”. En otra oportunidad reiteró: “En los 248 años de historia de nuestra nación, nunca ha habido un individuo que represente una mayor amenaza para nuestra república que Donald Trump”.

En un giro impensado para los demócratas de su época, el exvicepresidente aseguró el año pasado que votaría por la candidata demócrata Kamala Harris en unas elecciones contra Trump.

Una vida marcada por la enfermedad y el poder

Cheney padeció problemas cardíacos durante gran parte de su vida. Sufrió su primer infarto a los 37 años y recibió un trasplante de corazón en 2012. Tras cinco ataques cardíacos, reconoció en 2013 que vivía “con tiempo prestado”, y que se despertaba cada mañana “con una sonrisa en mi rostro, agradecido por el regalo de otro día”.

En una muestra de su preocupación por la seguridad, reveló que había desactivado la función inalámbrica de su desfibrilador por temor a que los terroristas pudieran manipularlo remotamente.

El arquitecto de la guerra de Irak

Junto con el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, Cheney fue una de las figuras más influyentes en la decisión de invadir Irak en marzo de 2003. Llegó a sugerir vínculos entre el régimen de Saddam Hussein y Al-Qaeda, hipótesis que luego fue desacreditada por la comisión sobre los ataques del 11-S.

Predijo que las fuerzas estadounidenses serían “recibidas como libertadoras” y que el conflicto se resolvería “con relativa rapidez... semanas en lugar de meses”. Años después, insistió en que la invasión fue la decisión correcta, pese a que nunca se hallaron las armas de destrucción masiva.

Más de una década antes, como secretario de Defensa de George H. W. Bush, había comandado la operación militar para expulsar al ejército iraquí de Kuwait durante la primera Guerra del Golfo.

De los orígenes demócratas al corazón del poder republicano

Richard Bruce Cheney nació el 30 de enero de 1941 en Lincoln, Nebraska, hijo de Marjorie Lorraine Dickey y Richard Herbert Cheney. Su familia era demócrata del New Deal, aunque él se definiría años más tarde como “probablemente el primer republicano desde mi bisabuelo que luchó en la Guerra Civil del lado de la Unión”.

De joven abandonó Yale por bajo rendimiento y trabajó en obras eléctricas antes de graduarse en Ciencias Políticas en la Universidad de Wyoming. Más tarde recordó que una visita del presidente John F. Kennedy lo inspiró “a construir una nación y un mundo mejores”.

Durante la guerra de Vietnam, según su biógrafo John Nichols, Cheney pidió varios aplazamientos del servicio militar. “Reaccionó ante la perspectiva de vestir el uniforme de su país como un hombre con una alergia mortal al verde oliva”, escribió Nichols.

Ascenso en Washington 

Llegó a la capital en 1969 como becario del Congreso y ascendió rápidamente bajo las administraciones de Nixon y Ford. Fue jefe de gabinete de Ford, y luego, durante una década, el único congresista de Wyoming, con una línea política marcadamente conservadora.

Votó en contra del derecho al aborto, de la liberación de Nelson Mandela, del control de armas y de programas ambientales y educativos. Su esposa, Lynne, se convirtió en una voz influyente en el conservadurismo cultural, mientras que su hija Liz siguió su legado político al ser elegida congresista en 2016.

Durante su vicepresidencia, los humoristas lo apodaron “Darth Vader”, apodo que él aceptó con ironía, llegando incluso a vestirse como el villano en un programa de televisión para promocionar sus memorias.

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