Según Harvard, dos rebanadas de pan blanco al día es una cantidad saludable.
El pan es uno de los alimentos más populares del mundo gracias a su bajo costo, su permanente disponibilidad y la sencillez con la que puede elaborarse incluso en casa. No obstante, en los últimos años su consumo ha disminuido notablemente, ya que su composición lo ha llevado a ser catalogado como un producto poco saludable. Aun así, según la Universidad de Harvard, su ingesta moderada puede aportar beneficios al organismo.
En la Argentina, el pan ocupa un lugar esencial en la mesa cotidiana. Sin embargo, con el tiempo se ha alertado sobre los posibles efectos negativos de su consumo excesivo. Esto se debe a la utilización de harinas refinadas, aditivos y procesos de fermentación acelerados que reducen su valor nutricional, motivo por el cual muchas personas optaron por limitar o eliminarlo de su dieta.
¿Por qué se considera que el pan blanco es “poco saludable”?
La idea de excluir el pan resulta difícil. Sin embargo, no hay por qué discriminar este alimento por completo de la dieta, siempre y cuando se ingiera en porciones moderadas. Aunque existen muchas variedades, el pan blanco es el que genera mayor controversia.
Su mala reputación en las dietas saludables proviene de su elaboración: si bien se hace con harina de trigo, el refinamiento elimina las vitaminas y nutrientes del germen y el salvado del cereal. A esto se suma que su alto contenido de sodio y gluten lo hace un candidato poco elegible. A pesar de todo esto, y sus características poco convenientes, la Universidad de Harvard ha advertido que no es indispensable eliminarlo para seguir una dieta saludable.
Según Harvard, dos rebanadas de pan blanco al día es una cantidad saludable.
Cuanta cantidad es saludable comer al día, según Harvard
Según los estudios realizados por la Escuela de Medicina de Harvard, la cantidad de pan que podemos consumir sin perjudicar nuestra salud depende del tipo de pan que elijamos. Si hablamos del pan blanco, la recomendación es no superar las dos rebanadas diarias, ya que un exceso podría contribuir al aumento de peso y generar picos en los niveles de azúcar en sangre. Estos efectos pueden elevar el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el metabolismo, como la diabetes.
Mientras que los panes blancos son menos recomendables, los panes integrales se presentan como una alternativa mucho más saludable, según los expertos de la Universidad. Estos contienen fibra y nutrientes esenciales que no solo mejoran la digestión, sino que también generan una mayor sensación de saciedad, lo que nos ayuda a controlar mejor el apetito durante el día. Además, advierten que los panes dulces, por su alto contenido de azúcar, deberían ser consumidos solo ocasionalmente y no como parte de la rutina diaria.
En las cantidades recomendadas, este alimento puede ser beneficioso para la salud, ya que se trata de una fuente predilecta de hidratos de carbono. Este nutriente nos dará la energía necesaria que nos ayudará, por ejemplo, a realizar actividades físicas en mejores condiciones. Eso sí, se debe realizar un consumo en función de nuestro gasto energético. De hecho, un consumo responsable, puede ayudar a reducir peso ya que genera un efecto de saciedad. Además, contiene hierro, lo que beneficia a personas con problemas de anemias. Por otra parte, el pan blanco contiene calcio, beneficioso para el sistema óseo.






















