El alimento que nunca debes meter en tu freidora de aire: evita dañar el equipo
La popularidad de las freidoras de aire transformó la forma de cocinar en miles de hogares. Prometen platos crocantes, menos grasa y una limpieza sencilla, pero su éxito también generó un fenómeno: la gente comenzó a probar con todo tipo de alimentos, desde carnes hasta postres, sin saber que no todos son compatibles con esta tecnología.
Las “air fryer”, como se conocen internacionalmente, cocinan gracias a un flujo de aire caliente que circula a gran velocidad, logrando dorar los alimentos sin necesidad de sumergirlos en aceite. Esa combinación las convirtió en una alternativa más saludable y económica, sobre todo en tiempos donde los aceites vegetales —especialmente el de oliva— elevaron considerablemente sus precios.
Sin embargo, no todo puede entrar en una freidora de aire. Los especialistas coinciden en que ciertos alimentos pueden arruinar el resultado final, dañar el aparato e incluso representar un riesgo eléctrico o sanitario.
El enemigo número uno: el queso
Uno de los productos que más problemas genera es el queso. Cuando se derrite dentro del cestillo, el líquido puede escurrirse hacia rendijas y conductos de aire, provocando manchas difíciles de remover y posibles daños en las zonas internas del equipo. Además, el aire caliente puede hacer que se queme superficialmente sin llegar a fundirse de forma pareja.
Rebozados crudos: un error común
Otro error frecuente son los rebozados sin precocción, como croquetas o milanesas con masa húmeda. Este tipo de alimentos necesita un baño de aceite caliente para sellar la capa exterior y mantener la estructura. En la air fryer, el aire no logra fijar el rebozado y la masa termina blanda, desarmada y con mal sabor.
Granos de maíz: peligro explosivo
Aunque parezca una buena idea, los granos de maíz para pochoclos también deben evitarse. La alta temperatura puede hacer que algunos exploten antes de tiempo y otros no lo hagan en absoluto, generando impactos dentro del compartimento y afectando las paredes internas o la resistencia.
Cuidado con los líquidos
Uno de los errores más graves es intentar calentar o cocinar sopas, caldos, salsas o cremas. Las freidoras de aire no están diseñadas para manejar líquidos: pueden filtrarse hacia los componentes eléctricos y causar un cortocircuito. Por eso, cualquier preparación que requiera agua o ebullición —como arroz, pasta o legumbres— está completamente descartada.
Verduras y carnes: no todas son iguales
Las verduras crudas que normalmente se hierven tampoco reaccionan bien. Solo las versiones precocidas o congeladas pueden obtener un buen resultado, ya que el calor las deshidrata y les da una textura crujiente.
En cuanto a la carne roja, suele terminar seca y mal cocida. El aire caliente no alcanza para dorar el exterior y cocinar el interior al mismo tiempo, por lo que puede quedar cruda en el centro, con el consiguiente riesgo sanitario.
Papel aluminio: una trampa para el aire
El papel aluminio también está en la lista negra. Su uso bloquea el flujo de aire, impidiendo que la cocción sea pareja. En su lugar, se recomienda usar papel de horno perforado, que permite mantener el paso del aire sin comprometer la textura final.





















