REGRESO. Renzo Tesuri volverá al Monumental luego de más de nueve meses. El equipo confía que el volante pueda aportar entrega, sacrificio y conexión con las tribunas.
Hace 278 días, Atlético Tucumán vivió una noche para el olvido. Ese día, ante su gente, el “Decano” sufrió una goleada humillante: 3-0 frente a Riestra, y el Monumental “José Fierro” se convirtió en un verdadero hervidero. Los socios señalaban a la dirigencia como principal responsable, el DT Facundo Sava estaba en la mira de todos (fue destituido la fecha siguiente) y los jugadores fueron protagonistas de un partido fatídico para el equipo.
Aunque bien podría aplicarse al contexto actual del club, aquel 4 de febrero fue el debut del equipo como local en la Liga Profesional de este año. El duelo clave de este domingo ante Godoy Cruz, desde las 21:30, será el último del calendario en casa y parece revivir viejas sensaciones que hace tiempo atormentan en 25 de Mayo y Chile.
Ahora bien, la efeméride no termina ahí. Ese mismo día, a los 13 minutos del primer tiempo, Renzo Tesuri abandonó el campo de juego tras acusar un fuerte dolor en su rodilla derecha. Los estudios médicos confirmaron lo peor: una rotura de ligamentos que lo apartó de las canchas por más de ocho meses.
La noticia cayó como un baldazo de agua fría en el “Decano”. Tesuri había sido una de las piezas claves durante el proceso de Sava e incluso se había consolidado como uno de los goleadores del equipo en el tramo final del campeonato previo, con seis tantos que sumaron puntos importantes. Además, el equipo perdía a un futbolista valioso dentro del vestuario y a uno de los pocos que mantenía una conexión especial con el hincha.
“Uno se pregunta por qué pasa. Sé que es muy difícil después de tantos meses sin poder jugar, pero cuando vuelva voy a intentar ponerme muy fino; quiero estar en todos los detalles para volver a ser ese Renzo. Ese es mi objetivo”, había declarado en junio, cuando apenas transitaba la mitad de su recuperación.
Los médicos le recomendaron apuntar su regreso para enero, hacer una buena pretemporada y volver oficialmente en 2026. Sin embargo, la urgencia del “Decano” por sumar puntos, sumada a la energía y las ganas que caracterizan al jugador, apuraron los tiempos y forzaron su inclusión en la última convocatoria para visitar a Independiente.
Tesuri ingresó bien, con poco más de 16 minutos en cancha, aunque no pudo evitar la contundente derrota 3-0 ante el “Rojo”. “En lo personal me sentí muy bien, gracias a Dios. La rodilla me respondió y no tengo dolor. Pero no sirve de nada: lo importante es que no pudimos sumar puntos, y eso me lastima”, analizó el jugador de 29 años, que volverá al Monumental este domingo para enfrentar a su ex equipo.
El mediocampista se mostró visiblemente ofuscado por la derrota y evitó darle demasiada relevancia a su regreso. Prefirió enfocarse en el presente del club y en lo que espera del hincha “decano” para el domingo. “Es un momento que vamos a sacar adelante, porque el grupo está bien y estamos trabajando con mucho esfuerzo. Tenemos bronca porque contra Independiente no salió lo que planteamos, pero sabemos que ante Godoy Cruz tenemos una final. El hincha se puede expresar como quiera, está en todo su derecho. Nosotros tenemos que dar la cara y salir adelante”, reconoció.
Si bien Hugo Colace aún no confirmó el equipo, todo indicaría que el jugador recién recuperado ocuparía un lugar entre los titulares. De ser así, o incluso desde el banco, su presencia significaría un salto de calidad importante. Ocuparía el carril derecho de la línea de cuatro volantes (en caso de que el entrenador se incline por un 4-4-2), una zona que alternó buenas y malas desde que el entrerriano está fuera de las canchas. Ni Carlos Auzqui ni Ramiro Ruiz Rodríguez lograron consolidarse en esa función, y Lucas Pusineri incluso debió recurrir a Adrián Sánchez para cubrir ese sector.
¿Qué ganaría Atlético con el regreso de Tesuri? En primera instancia, un jugador que contagia. El volante vuelve en un contexto hostil, con un plantel golpeado desde lo anímico. El ex Godoy Cruz puede ser esa inyección motivacional que necesita el equipo para disputar cada pelota, cubrir espacios y mantener viva la actitud si el resultado se complica.
Desde lo estrictamente futbolístico, su presencia aporta profundidad. Tesuri es de esos jugadores capaces de cumplir con todas las funciones que demanda el rol de carrilero: desde acompañar a Damián Martínez en las coberturas defensivas hasta pisar el área rival y definir como un delantero más. Es una rueda de auxilio permanente, que colabora en ambos frentes de la cancha.
Por último, y no menos importante, su figura podría servir como puente para recomponer esa relación desgastada entre los jugadores y la hinchada. No es una tarea sencilla, claro está. Pero los fanáticos “decanos” podrían volver a encontrar en Tesuri ese sentido de pertenencia que reclaman hace tiempo. Si eso ocurre, se generaría una sinergia única para este encuentro decisivo: desde las tribunas hacia la cancha, y desde la cancha de vuelta a las tribunas.





















