FACTORES. Aparte de las excepcionales condiciones ambientales, en este ciclo se destaca la gran inversión del sector triguero en tecnología; en especial, en semilla y en controles contra enfermedades.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) de esta semana, la proyección de producción de trigo se ajustó al alza en 1,5 millón de toneladas de octubre a noviembre, superando por lejos las expectativas iniciales que había en julio, de lograr 20 millones de toneladas. Ahora se estima que podría obtenerse una producción récord de 24,5 millones de toneladas, con un rinde promedio nacional también récord de 37,7 quintales por hectárea (qq/ha). En cuanto al área de siembra de trigo, se trabaja con una superficie de 6,9 millones de hectáreas.
Los primeros análisis de las imágenes satélites del equipo de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR sobre la región núcleo muestran algunas correcciones positivas en cuanto a la superficie. Por otra parte, sigue siendo muy importante el descuento de hectáreas perdidas debido a los excesos hídricos, estimándose en poco más de 400.000 hectáreas.
El informe de la BCR indica que las provincias de Buenos Aires, de Córdoba y de Santa Fe podrán obtenerse rindes trigueros récords. Con un avance de cosecha de un 15%, se realizaron ajustes en el norte del país, en Santa Fe, en Entre Ríos, en el centro de la región pampeana y en La Pampa.
Cabe precisar que si bien falta mucho por cosechar, ya se observan rendimientos unitarios récord en las tres provincias más importantes de Argentina. Por caso, Buenos Aires podría estar arrojando 40,8 qq/ha, con lo cual superaría la marca de la campaña 2021/22, de 39,5 qq/ha. Lo mismo sucede en Córdoba, que con 36,8 qq/ha superaría los 36 qq/ha que obtenía en aquel entonces. En Santa Fe, la proyección de rinde está en 42,2 qq/ha, que también excede lo obtenido en 2010/11 (40,6 qq/ha).
Los rindes de Chaco empiezan a converger en un rango de 27 qq/ha a 28 qq/ha; y en Santiago del Estero, de 23 qq/ha a 24 qq/ha, con una gran diferencia entre el norte y el sur.
Estos rinden se explican por cómo se presentaron las condiciones climáticas en las diferentes áreas. Aparte de las excelentes condiciones de humedad a la siembra en el otoño y de las lluvias inéditas de julio y, sobre todo, de agosto, se dieron también excelentes condiciones de llenado en buena parte de la región pampeana. Las lluvias siguieron consolidándose en noviembre, como se observa en las imágenes que comparan las anomalías de reservas para la Argentina del 12 de noviembre, respecto de las de hace un mes.
Casi sin limitantes hídricas y con condiciones de bajas temperaturas y de alta radiación solar, algunos técnicos caracterizaron que el llenado se dio en condiciones casi ideales. El “casi” se debe a los efectos negativos de la incursión de aire muy frío el 28 de octubre. Durante los días previos llovió y el evento se dio con buenos valores de humedad relativa. De todas maneras, en su momento disparó alarmas y consultas en el SO de la región pampeana. En general, no tendría un impacto significativo. Se observan daños puntuales en Pigué y Darregueira y en lotes atrasados de La Pampa y sin daños de demasiada importancia en lotes que ya estaban en llenado.
Inversión
Aparte de las excepcionales condiciones ambientales, en este ciclo vuelve a destacarse la gran inversión del sector en tecnología. Este año se destaca principalmente la inversión en semilla y en controles contra enfermedades, clave para lograr esta performance del trigo.
Este gran volumen de trigo que debe ser recogido en muy poco tiempo mientras que en simultáneo debe avanzarse con la siembra de soja y de maíz tardío preocupa al productor ante nuevos pronósticos de lluvias y ante caminos rurales en mal estado. Las últimas lluvias del 11 y el 12 de noviembre fueron dispersas, pero sumaron agua a sectores que están con grandes problemas de excesos y anegamientos en diferentes áreas de Buenos Aires, de Santa Fe, de La Pampa y de Córdoba.
Es muy importante para las labores de cosecha de trigo que haya una ventana de buen tiempo en los próximos 15 a 20 días. Por un lado, hay buenas probabilidades para que la próxima semana mejore el tiempo, y entrar en un periodo en el cual las lluvias se vuelvan menos recurrentes y más dispersas, si bien intensas en forma puntual. Por el otro, está la gran cantidad de agua que hay en el centro de Buenos Aires, sur de Brasil y noreste de la Argentina, situación que hace más de tres años no se daba. Las probabilidades de contar con más días de buen tiempo están a favor, pero al entrar en diciembre, las altas temperaturas y el gran potencial de humedad pueden reavivar fuertes temporales.




















