Recuerdos fotográficos: 1913. Alerta ecológica de Charles Thays sobre el cerro

En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.

Recuerdos fotográficos: 1913. Alerta ecológica de Charles Thays sobre el cerro

Además de trazar los planos del parque 9 de Julio, el célebre paisajista francés Charles Thays elaboró en 1913, por encargo del gobernador Ernesto Padilla, un informe sobre el llamado “parque Aconquija, en el cerro San Javier.

En su producción “Alerta ecológica en 1913” (17/03/1994) Carlos Páez de la Torre (h) reseña el trabajo de Thays y destaca la alarma del paisajista frente al proceso de deterioro ecológico que avizoraba.

“Dentro de muy pocos años la avenida Mate de Luna, por su ubicación, por la excelente clase de terrenos que atraviesa, por ser el camino más corto y naturalmente indicado de acceso a la sierra, donde en verano se tiene un ambiente agradable, estará adornado, en toda su extensión, por propiedades particulares, pueblitos y centros de recreo”, decía, y añadía que el tranvía rural (que se inauguraría en 1916) iba a ser una poderosa contribución al respecto.

La imagen, de comienzos de siglo XX, muestra la arboleda en el trayecto al cerro.

La avenida Mate de Luna pasó de ser “una calle estrecha de cedros y cebiles” (como decía Juan B. Alberdi) en 1834) una avenida “macademizada” (con pavimento) hasta Floresta a partir de 1896. El pavimento hacia el Cristo llegaría después, en 1939 - 40.

Thays consideraba que la sierra del Aconquija debía ser “una reserva cuyo efecto principal será tomar las selvas en su estado actual, protegerlas contra toda obra de destrucción y deterioro, hacer accesibles sus partes más hermosas y pintorescas” y lamentaba que en la avenida “los lindos ejemplares de tipas, timbós, yuchanes” estuvieran ya deteriorados por la instalación de líneas de teléfono. También lamentaba la extensión de las áreas sembradas de caña y la tala para combustible. “Se debe, sin demora alguna, exceptuar de la zona a cultivar una gran área de montes naturales, que constitiuirán, en el porvenir, uno de los adornos más hermosos de la provincia y del país”.

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