AGENDA. En esta semana, Santilli se reunirá con los gobernadores Leandro Zdero y Alberto Weretilneck.
El Gobierno nacional, con el ministro del Interior, Diego Santilli, a la cabeza, ha intensificado las negociaciones con los gobernadores provinciales en una maratón de encuentros clave. El objetivo primordial es asegurar los apoyos necesarios para la aprobación del Presupuesto 2026 en las próximas sesiones extraordinarias del Congreso.
Santilli ya dialogó con más de la mitad de los 20 gobernadores que participaron del reciente encuentro con el presidente Javier Milei. La premisa ineludible que enmarca todas las conversaciones es la búsqueda de consenso “sin perder el equilibrio fiscal”, un pilar de la política económica oficial.
En este marco, el planteo nacional es que las demandas específicas de las provincias serán atendidas, pero de manera paulatina. La Casa Rosada busca así equilibrar la necesidad de apoyo legislativo con su compromiso de austeridad.
La principal señal concreta de que el ministro dejó en su raid de reuniones fue la promesa de aval nacional para que las provincias tomen deuda. Esta apertura se presenta como la primera gran puerta que el Gobierno abre a los mandatarios.
Esta garantía por parte de la Nación permitirá a los distritos acceder a créditos con organismos internacionales o en mercados financieros, aprovechando la sostenida caída del riesgo país. Es una forma de inyectar financiamiento externo en las economías provinciales.
La posibilidad de que los gobernadores tomen deuda es vista como una vía para aflojar la presión en los reclamos por la reactivación de la obra pública, dado que los organismos internacionales disponen de fondos específicos para infraestructura.
Un ejemplo concreto y reciente de este compromiso fue el decreto publicado en el Boletín Oficial, donde la Nación se presenta como contragarantía para que Mendoza acceda a un crédito de US$ 75 millones destinado a obras de agua potable.
Respaldo en el recinto
La primera “victoria” que se anotarán todas las partes es que “en 2026 habrá presupuesto”. Existe un consenso básico para que el proyecto obtenga luz verde en el Congreso, impidiendo una nueva prórroga de la ley de gastos actuales.
Sin embargo, persisten indefiniciones importantes, como qué ocurrirá con las leyes de nueva distribución de los ATN y del impuesto a los combustibles líquidos, que impulsaron los 24 gobernadores en su momento.
Tampoco hay aún una respuesta clara sobre la deuda que la Anses acumula con las 13 cajas de jubilaciones provinciales no transferidas, un reclamo constante de varios distritos.
Más allá del presupuesto, en las reuniones también se abordan aspectos muy generales de la denominada “modernización laboral” y los cambios que el Ejecutivo analiza en materia fiscal y para el Código Penal.
De hecho, la reforma laboral es el primer proyecto que el Gobierno se compromete a enviar al Congreso una vez que se apruebe el Presupuesto. Para esa propuesta, seguramente, se abrirá un nuevo espacio de negociación.
Factor político
Aunque todos los gobernadores que se sentaron con los funcionarios nacionales elogian el “cambio de actitud y la apertura al diálogo” , lo cierto es que ninguno se fue con promesas concretas de recursos o transferencias inmediatas. La “billetera” sigue en manos de Luis Caputo.
Incluso el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri , aún no obtuvo respuesta a su reclamo por la deuda de $274.000 millones por coparticipación.
Los gobernadores que siguen fuera de la agenda de diálogo con Santilli son el bonaerense Axel Kicillof, el formoseño Gildo Insfrán, el riojano Ricardo Quintela y el fueguino Gustavo Melella.
Paralelamente a estas negociaciones, gobernadores de distintas provincias retoman conversaciones para relanzar Innovación Federal , un espacio que busca fortalecer su presencia en el Congreso con la posible suma de nuevos aliados, llegando a tener un bloque de hasta 12 o 14 legisladores.























