EN PLENA TAREA. Un perito del Ministerio Público analiza una de las evidencias que encontró.
Los vecinos habían advertido que en el barrio Bienestar, de San Cayetano, sólo se percibía un clima de venganza por el crimen de Zoe, la pequeña de 7 años que fue asesinada de un disparo en la cabeza. El lunes a la madrugada, un joven de 21 años y un menor de edad, parientes de los acusados del homicidio, fueron hospitalizados después de haber sido atacados por familiares y allegados a la víctima.
El jueves, cerca de las 16, cuatro jóvenes se presentaron en la casa del abuelo de la pequeña. Uno de ellos realizó al menos unos cinco disparos, de los cuales, uno de ellos impactó en la cabeza de la niña. Fue internada en el Hospital de Niños, donde falleció el viernes por la tarde. A los dos acusados mayores de edad se les dictó la prisión preventiva por cuatro meses, mientras que los otros implicados, al ser menores de edad, quedaron internados en el Instituto Roca hasta tanto se defina cuál será su futuro.
Más detalles
Con el correr de las horas siguen surgiendo detalles sobre cómo fue la balacera. Los cuatro sospechosos llegaron caminando porque viven a pocos metros del lugar del hecho. Según los testimonios de los vecinos y las imágenes registradas por las cámaras de seguridad, un tal “Chueco”, sacó un arma de fuego y realizó los disparos. Su hermano, de 15 años (es inimputable por lo que nunca será acusado del caso), se habría dedicado a filmar el ataque. Un tal “Ratón” y otro adolescente menor de edad, que también fueron acusados de homicidio, actuaron de apoyo.
Los señalados son conocidos en el barrio. “Los hermanos se hacen los pesados porque son hijos de un transa del barrio. Los otros dos trabajan para ellos, como soldaditos”, explicó Luisa, una mujer que prefirió no dar a conocer su apellido por temor a sufrir represalias. “En el barrio se comenta que hubo un problema con la familia de la chiquita, que también son conocidos en la zona por vender porquerías”, añadió la testigo en una entrevista con LA GACETA.
Los investigadores de Homicidios, al mando de los comisarios Susana Monteros, Juana Estequiño, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, con las órdenes del fiscal Pedro Gallo, comenzaron a buscar a los acusados. Entre el viernes a la mañana y el sábado a la madrugada, aprehendieron a los cuatro. No pudieron encontrar el arma homicida ni el celular con el que habrían filmado el momento en el que se realizaron los disparos. “En el barrio todo el mundo habla del video. Todo parece indicar que lo hicieron para enviar un mensaje de que nadie se meta con ellos. Parece que la familia de la víctima les estaba robando los clientes”, dijo Esteban Carabajal.
En las últimas horas circularon diferentes versiones sobre los antecedentes de los cuatro implicados en el crimen. El único que habría tenido conflictos con la Ley es “Chueco”, que ya tuvo procesos en su contra. “Todos esos changuitos andaban juntos todo el tiempo. Se conocen desde que eran muy chicos. Siempre tuvieron problemas porque eran tirados a pesaditos. Más los hermanos, que tienen un padre que es considerado como peligroso en el barrio”, indicó Carabajal.
Ataque tras ataque
“El drama es que sabemos que esto no quedará así. Lo que hicieron es muy grave y, conociendo cómo se manejan, esto no se olvida fácilmente. Si ya venían peleados, imagínese lo que puede pasar con una muerte de por medio”, explicó Julio Herrera, habitante del barrio Bienestar, en una nota publicada el domingo en LA GACETA. De alguna manera, este vecino analizó lo que estaba ocurriendo y lo que terminaría sucediendo.
El viernes por la noche, horas después de que se confirmara el fallecimiento de Zoe, familiares y allegados de la pequeña se presentaron en el domicilio de los hermanos acusados. Primero comenzaron a arrojar piedras, después habrían robado algunas cosas del interior de la casa y, por último, la incendiaron totalmente.
El sábado, por las redes sociales, se viralizó un mensaje de un tío de Zoe. “Espero que nunca vengan al penal porque me las voy a cobrar. Espero que estén bien pillos”, señaló el hombre que se identificó como José Peralta, que envió ese audio desde el penal de Villa Urquiza. “Tiempo al tiempo. Si no nos encontramos en la cárcel, lo haremos en la calle. Así como se equivocaron con ella, no se va a salvar ninguno de sus hijos”, advirtió.
Las amenazas se hicieron realidad el lunes a la madrugada. Un grupo de parientes de la víctima atacaron en Belisario López al 1.600 a dos familiares de los acusados que estaban en la vereda de su casa. El mayor fue internado en el Hospital Padilla por los golpes que sufrió en distintas partes de su cuerpo y heridas cortantes en el pecho. El adolescente, en cambio, fue atendido por politraumatismo.
Tribunales: comienza un juicio por un doble homicidio en San Cayetano
A partir de hoy, dos jóvenes comenzarán a ser juzgados por un doble crimen registrado en San Cayetano, barrio que aún sigue movilizado por el homicidio de la pequeña Zoe.
Según la acusación realizada por el fiscal Pedro Gallo, el 22 de agosto de 2024, a las 22 horas, las víctimas José María Altamirano, (38) y su hijo Santiago Ramiro (19), circulaban en una motocicleta Honda CG 125 cuando al pasar por calle Anselmo Rojo al 400, del barrio tuvieron una discusión con Nelson Basualdo, Alexis Ronveaux y otros sujetos.
El primero ingresó a su domicilio y extrajo un arma de fuego que le entregó al segundo. Persiguieron a las víctimas en el vehículo de Basualdo hasta que la alcanzaron y le dispararon varias veces. La autopsia reveló que una de las víctimas recibió más de una docena de balazos en su cuerpo.
“Este fue un hecho de extrema gravedad y por eso solicitaremos que se dicte la pena más alta. Acá no hay dudas que Basualdo le entregó el arma a Ronveaux, que terminó ejecutando a las víctimas después de perseguirlos en un automóvil”, aseguró Aníbal Paz, representante legal de la familia Altamirano.
El caso, que tuvo repercusión nacional, se registró 24 horas después de que se cometiera otro homicidio en ese sector de la ciudad, considerado como uno de los más violentos de la provincia. Se espera que en el debate oral se conozca cuáles fueron los móviles del doble crimen, ya que los pesquisas creen que no habría sido ocasionado por una discusión únicamente.
























