Tras la sanción de la URT, Tucumán Rugby activa su Subcomisión de Ética y profundiza su trabajo interno

La institución respondió al castigo por los incidentes en la final del Regional del NOA reforzando el rol de su Subcomisión de Ética y Disciplina, que desde hace años impulsa acciones formativas, preventivas y de control.

TRABAJO INTERNO. La Subcomisión de Ética y Disciplina de Tucumán Rugby contó que realizaron un código de disciplina basado en los lineamientos de la UAR. TRABAJO INTERNO. La Subcomisión de Ética y Disciplina de Tucumán Rugby contó que realizaron un código de disciplina basado en los lineamientos de la UAR. OSVALDO RIPOLL/LA GACETA.

La sanción impuesta por la Unión de Rugby de Tucumán a Tucumán Rugby por el comportamiento de algunos simpatizantes durante la final del Regional del NOA abrió un debate profundo dentro del club. Lejos de limitarse a cuestionar la medida, la institución decidió apoyarse en una estructura que viene trabajando desde hace tiempo: la Subcomisión de Ética y Disciplina. Allí, bajo la conducción de Pablo Acuña y Alejandro Fuentes, se desarrollan desde hace años acciones preventivas, formativas y de control que hoy cobran especial relevancia.

Acuña explicó que el trabajo no comenzó ahora ni como reacción a la sanción. “Hace bastante tiempo que venimos poniendo foco en esto, y esencialmente desde hace aproximadamente cuatro años, cuando entendimos que había oportunidades para trabajar con los jóvenes. Para nosotros no es un tema nuevo. Entendemos que la juventud, a veces, tiene producto de la masificación algún tipo de desborde, y venimos tratándolo de resolver”, dijo. Ese trabajo se complementó con la capacitación a entrenadores y responsables de planteles. “Trabajamos para que puedan dar la contención que necesita un chico al querer ganar”, explicó.

Acuña destacó también un punto clave: el Código de Ética y Conducta de la UAR, que desde este año se trabaja activamente dentro del club. “Cada jugador firma electrónicamente su conformidad al ficharse. Probablemente muy pocos lo hayan leído, por eso nos pusimos a trabajar en base a ese contenido y establecimos el Código de Ética de Tucumán Rugby, que ya tiene tres meses. Es un conjunto de normas que tenemos que conciliar con los dos deportes mayoritarios del club”, explicó. Ese código es hoy la base con la que la Subcomisión evalúa conductas, intervenciones y posibles sanciones internas.

Fuentes, que este año se sumó a la comisión directiva, explicó cómo avanzaron en formalizar este sistema. “Si bien siempre estuvo el interés del club en la formación de los jugadores y el control del comportamiento, este año caímos en que era momento de tener por escrito las normas: normas de convivencia, de respeto, y en caso de transgredirlas, sanciones. Para que rijan nuestro trascender día a día”, detalló.

En cuanto al episodio de la final, ambos dirigentes fueron claros: el club no niega lo ocurrido y ya está trabajando para esclarecerlo. “Estamos haciéndonos cargo y estamos investigando con las herramientas que tiene un club como Tucumán Rugby para poder llegar a la solución del tema”, expresó Acuña.

Fuentes lo complementó. “Estamos citando gente, averiguando, y todavía no hemos llegado a la instancia final. Pero si es necesario, se van a aplicar las sanciones que correspondan. Pasó, y no estamos de acuerdo en nada con lo que ocurrió”, dijo.

Ambos remarcan que las personas involucradas no son menores. “Los que están involucrados no son tan chicos tampoco. Están en una posición no tan sumisa como estábamos nosotros antes”, apuntó Fuentes. Eso hace que el trabajo interno sea más complejo. “Evangelizar esto es una tarea en la cual no hay que bajar los brazos”, insistió.

Acuña destacó también la importancia del ejemplo que llega desde el rugby internacional. Señaló que hoy se promueve la aceptación plena del arbitraje dentro del campo de juego, donde “cuando el árbitro toma una determinación, no la reclama nadie” y solo el capitán puede consultar. “Ese tipo de ejemplo tenemos que tratar de volcar. El desafío es de todos los días: evangelizar permanentemente cuál es la conducta por la cual debemos transitar”, afirmó.

Finalmente, Fuentes hizo un pedido concreto a la Unión de Rugby de Tucumán, que hasta ahora solo actuó en su rol sancionatorio. “Queremos pedir que la Unión no solo sancione, sino que también tome cartas en lo preventivo y educativo. No sirve una entidad que sea solamente sancionadora. La Unión también tiene que involucrarse en bajar líneas y en generar áreas de prevención”, expresó.

El mensaje es claro: Tucumán Rugby asume su responsabilidad interna, avanza en la identificación de los responsables e impulsa medidas educativas, disciplinarias y culturales. Pero también exige que el sistema provincial acompañe ese proceso para que lo ocurrido en la final no vuelva a repetirse.

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