La avanzada de los gauchos del norte

Sin conducción nacional partidaria, los gobernadores norteños del PJ esperan señales de la Casa Rosada para la concreción de viejas promesas

La avanzada de los gauchos del norte

La orfandad política ha sido una mochila para los gobernadores. Desde que Unión por la Patria dejó el poder en manos libertarias, el Partido Justicialista anda a los tumbos. Los liderazgos partidarios crujieron, particularmente porque la presidenta del movimiento, Cristina Fernández de Kirchner terminó encerrada en San José 1.111, de Constitución, con una  tobillera electrónica que no le impide danzar desde el balcón. Pero esa prisión domiciliaria le quitó poder de fuego. Axel Kicillof, desde Buenos Aires, intentó minar su conducción, pero no logra seducir a los “compañeros” y termina “abandonado” a la buena de Dios por los intendentes del principal distrito electoral de la Argentina. Provincias Unidos trató de tomar las riendas, pero sus principales referentes (el santafesino Maximiliano Pullaro y el cordobés Martin Llaryora) chocaron con la realidad en las elecciones de medio turno. El resto de los gobernadores se transformaron en  dialoguistas, por conveniencia más que por cercanía ideológica.

Cada día que pasa surge un nuevo candidato a la conducción partidaria (antes un trampolín hacia la Presidencia de la Nación), pero las aspiraciones se esfuman no sólo porque el peronismo está destruido en mil pedazos, sino que la sociedad se cansó de ellos. ¿Una prueba clara? Los triunfos en las urnas del economista libertario Javier Milei. Aun cuando gran parte de los argentinos están convencidos que no llegan al otro lado del río, siguen apostando por La Libertad Avanza, con una economía que viene a los tumbos y que, en el mapa de ruta, no logran establecerse cuándo viene la próxima curva.

La oposición, en consecuencia, está también huérfana de liderazgos. Enfoncándonos en el PJ, el 26% de los consultados por la Universidad de San Andrés destaca a Cristina Kirchner como la principal y 25% sostiene que es el actual gobernador bonaerense. El 23% cree que no hay un líder en la oposición. Específicamente, entre los que desaprueban al gobierno, el 30% considera a Axel Kicillof como el principal líder de la oposición, seguido por un 27% que considera que es Cristina Fernández de Kirchner, según la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública de aquella casa de altos estudios. De todas maneras, puertas adentro del PJ, creen que ella debe dar un paso al costado en la conducción partidaria para permitir el resurgimiento. Lo curioso es que nadie se anima a solicitarlo oficialmente.

El eje del planeta justicialista se está corriendo. Los mandatarios del norte vienen marchando, como una manera de buscar sustentabilidad en un territorio difícil, en el que la política tradicional ha sido puesta en jaque, con el test electoral del 26 de octubre como muestra. Si bien en Tucumán a Osvaldo Jaldo y, en Catamarca, a Raúl Jalil, les fue bien en los comicios parlamentarios, Gustavo Sáenz se sube al tren de una miniliga regional, que ya está negociando con la Casa Rosada las necesidades y  las urgencias que tendrán sus distritos para los dos años de mandato que le queda a cada una de las gestiones. “¿A quién vamos a responder políticamente dentro de nuestro signo si no hay nadie al frente del partido?”, fue una de las frases que se escuchó decir a uno de los mandatarios cuando se reunieron, hace algunos días, en la Casa de Salta en Buenos Aires. Fue un disparador.  Hoy no hay un candidato potable en la oposición que pueda enfrentar a Javier Milei en las generales de 2027. Entonces, si no los puedes vencer, únete a ellos…institucionalmente.

Pisando el acelerador

La concordia con el poder central viene desde antes. Hizo mucho ruido dentro del peronismo, pero hay resignación frente a una realidad que, hasta el momento, parece inmodificable. La sociedad ha dado su veredicto. El 57% de los encuestados por la Universidad de San Andrés considera que el Presidente debería negociar su agenda con el Congreso, mientras que el 16% cree que este debería imponerla. Asimismo, el 46% de los encuestados cree que el Congreso debería cooperar con el jefe de Estado y negociar algunas reformas, mientras el 25% cree que debería rechazarlas, no cooperar y avanzar con reformas propias, indica el sondeo que dirigió el doctor en Ciencia Política, Diego Reynoso.

Jaldo, en ese aspecto, rearma su bloque en ambas Cámara del Congreso. Hacia fines de la semana pasada se instaló en Buenos Aires, con el solo fin de acelerar documentación para que la bancada Independencia siga siendo de tres miembros y no deba esperar hasta la sesión del año que viene para que tenga esa composición. La preocupación del mandatario fue que Elia Fernández de Mansilla siga levantando la mano en el recinto de sesiones, más aún cuando se programan varias iniciativas de interés para la Casa Rosada. En las próximas horas se sabrá si es que esas gestiones dieron su fruto y si la ex intendenta de Aguilares puede jurar en la sesión que viene. Gladys Medina y Javier Noguera están prestos a jurar por los cuatro años de mandato que se avecinan.

La preocupación del mandatario también se traslada hacia la Cámara Alta. Sabe, a ciencia cierta, que esta semana la senadora Beatriz Ávila puede dar un paso fundamental para que el bloque Independencia tenga presencia en ese cuerpo. Ávila viene teniendo reuniones periódicas con el gobernador y hoy conforma el unibloque del Partido de la Justicia Social (PJS). En la Casa de Gobierno creen que, muy pronto, ella puede cambiarle la denominación, aunque hay otros que sostienen que reglamentariamente se requieren dos integrantes para conformar una bancada. Eso sería otra carta de presentación del jaldismo ante el poder central. De hecho, fue uno de los temas que este lunes Jaldo abordó con el ex intendente y líder del PJS Germán Alfaro. Probablemente haya un encuentro de cierre de año con ese partido que jugó de aliado al jaldismo en las elecciones pasadas.

Sandra Mendoza es otra de las senadoras que está en la mira de Jaldo para la nueva etapa. Ella estuvo este lunes en el despacho privado del mandatario. La senadora se mantendrá dentro de la estructura peronista. “No estoy dispuesta a abandonar mis convicciones, pero sí a acompañar cuando la provincia me necesite”, le indicó al titular del Poder Ejecutivo. De todas maneras, Mendoza analiza qué hacer, ya que no se sabe qué pasará con los tres interbloques cercanos al PJ dentro del Senado. Según trascendió, los miembros quieren saber qué hará José Mayans con su cercanía a Cristina. Eso hace ruido dentro de los peronistas. Por ahora son 28 integrantes, y todos necesitan interactuar con los gobernadores, más aún cuando está el Presupuesto Nacional 2026 en discusión.

“Osvaldo; todo lo que te prometa el gobierno nacional debe concederse por adelantado. Ya vimos cuántas cosas que ofrecieron, pero no se ha visto en efectivo”, le indicó la senadora al gobernador. Jaldo sabe que ese es el norte para la nueva relación Nación-Provincias. Por eso señala que no se endeudará en el mercado, sino que es la Casa Rosada, a través del Palacio de Hacienda, la que debe desembolsar las partidas que se reclaman. La liquidez financiera es fundamental para la paz social y política. Hay mucho dinero en juego, y seguramente Milei intentará pagar la deuda en cuotas. Eso es lo que se viene hablando.

Hoy por ti…

El bloque de los gobernadores dialoguistas está en ciernes en ambas cámaras. Establecer el número exacto de integrantes es una lotería, porque el libro de pases dentro del Congreso es más ágil que el de la propia AFA. Si logran el número esperado (entre 17 y 20 diputados y una decena de senadores), los mandatarios tendrán un poder de fuego interno que puede llegar a servir para reclamar la vicepresidencia tercera de la Cámara Baja y ser parte de las comisiones más importantes, como la de Hacienda y Presupuesto. Dentro de Diputados, el presidente del bloque de Fuerza Patria no la está pasando bien. Dentro de esa bancada hay quienes piensan que debe dar un paso al costado (por su cercanía a Cristina) para detener la “fuga de pollitos”.

De todas maneras, como en todos los órdenes de la vida, no sólo hay que mirar la foto, sino también la película.

La foto de hoy señala que hay varios incentivos que Milei le está poniendo a los gobernadores para tratar de alcanzar la aprobación de las reformas estructurales, manteniendo una relación cordial desde el punto de vista político e institucional. Pactar con la Nación es negocio en la actualidad, señalan los “gauchos del norte”.

La película es de más largo aliento. Tal vez su argumento sea que esas alianzas institucionales sean transitorias, hasta fines de 2026 o principios de 2027 y, luego, se produzcan las diferenciaciones propias de los años electorales. Además, las condiciones de la Argentina pueden modificarse, al tratarse de un país con elevada volatilidad en todos los órdenes.

De una u otra manera, Milei quiere aprovechar el momento para contar con las reformas estructurales (laboral, impositiva y previsional), mientras que los gobernadores tratarán de sacar el mayor provecho a esta armonía institucional. En política, nada es gratis.

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