La cultura indie en Tucumán: ¿qué hay detrás de la música, los looks y las películas?

Una subcultura global echó raíces en la provincia entre bandas independientes, estética propia, ferias autogestivas y un público que hizo al Urban Indie uno de los festivales más demandados del 2025.

EN TUCUMAN. El Urban Indie volvió a reunir música, moda y autogestión en el Palacio de los Deportes, con una estética que ya define a una generación. ANALIA JARAMILO, LA GACETA. EN TUCUMAN. El Urban Indie volvió a reunir música, moda y autogestión en el Palacio de los Deportes, con una estética que ya define a una generación. ANALIA JARAMILO, LA GACETA.
Victoria  Reinoso
Por Victoria Reinoso Hace 1 Hs

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“Identidad”, “zona de confort”, “comunidad que se banca a sí misma”, “independencia”. Son algunos de los conceptos que los tucumanos encuentran para definir al indie. Y en esa variedad cae la ficha de que encasillarlo es casi imposible. ¿Es un género? ¿Una cultura? ¿Una moda? ¿Una forma de pensar? Quizás un poco de todo.

Pero... ¿Cómo llegó el indie a convertirse en parte del ADN cultural tucumano, al punto de impulsar dos Urban Indie en 2025? Las fechas, el 18 de mayo y el 6 de diciembre, fueron el síntoma que se manifestó en bandas independientes, ferias autogestivas, diseñadoras locales y un público que busca algo distinto.

La respuesta hay que buscarla antes, en los orígenes del indie como subcultura y en cómo ese espíritu independiente se transformó en estética, ideología y comunidad.

FUERZA. La Ruth, referente tucumana, mostró cómo lo local pisa cada vez más fuerte en festivales provinciales. ANALIA JARAMILLO, LA GACETA FUERZA. La Ruth, referente tucumana, mostró cómo lo local pisa cada vez más fuerte en festivales provinciales. ANALIA JARAMILLO, LA GACETA

Desde el post-punk hasta la nueva ola post-pandemia

El indie nace en los años 80 como una abreviatura de "independent", es decir "independiente" en castellano. O sea,  música hecha por fuera de la industria, con recursos propios, que rechaza las fórmulas del mainstream y abraza el espíritu DIY (Do It Yourself).

Su raíz fue el post-punk y, con el tiempo, dejó de ser solo una forma de producir música para convertirse en una subcultura contemporánea con jóvenes que comparten una estética, una forma de pensar y un rechazo a lo prefabricado.

Ese movimiento se expandió por el mundo, creció en los 90, se mezcló con nuevas corrientes, y abrió puertas alternativas en cine, literatura, moda y arte. En Argentina, marcó épocas y escenas, desde bandas históricas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota hasta la nueva ola musical post-pandemia con El Mató un Policía Motorizado o Las Ligas Menores.

“La movida está creciendo”: la mirada de productores tucumanos

En el Urban Indie del Palacio de los Deportes, que reunió a Louta, Bándalos Chinos, Sara Hebe, Ainda, Laruth, Sakatumba, Maze2k, Lucha Cruz y DJ Monky, quedó claro que en Tucumán el indie es mucho más que un género. Es un clima, un lenguaje compartido, un estilo que mezcla lo urbano con lo vintage, la autogestión con el rock crudo y una estética que se reconoce incluso antes de que arranque la música.

Ese universo tiene un nombre propio que está detrás de todo: Julio César Rasuk, creador del festival y uno de los primeros en ver el potencial del indie en la provincia. “Aposté a esta movida que está creciendo. En Tucumán con artistas como Utópico Amanecer, Ayahuasca Trip, las hermanas Platée. Pero no es solo acá, es en todo el país”, comenta a LA GACETA mientras observa al público entrar.

LA MENTE DETRÁS. Julio César Rasuk, creador del Urban Indie, posa meintras observa la llegada del público. LA GACETA LA MENTE DETRÁS. Julio César Rasuk, creador del Urban Indie, posa meintras observa la llegada del público. LA GACETA

“Quiero que en algún momento el festival sea masivo, pero que siga siendo independiente”, asegura. Antes de seguir con la organización, deja una última observación, casi sociológica: “Mirá cómo viene la gente… todos vienen lookeados. Obvio que hay moda también ”, dice. Al ser consultado sobre su outfit, expresa: “Elijo la pollera para cambiar, para algo distinto”. Para él, la estética es parte de la identidad indie tanto como la música.

En la misma labor, pero desde otra trinchera, Jeremías Bulacio (24), productor de Salamanca Producciones y referente de una nueva camada,observa un cambio de época. Con un sello discográfico propio y habiendo traído a la provincia bandas como Mujer Cebra, Winona Riders y Buenos Vampiros, describe una escena que se está reconfigurando.

DEL RUBRO. Jere Bulacio, productor joven de Salamanca, parte de una nueva camada que impulsa a las bandas tucumanas dentro y fuera de la provincia. LA GACETA DEL RUBRO. Jere Bulacio, productor joven de Salamanca, parte de una nueva camada que impulsa a las bandas tucumanas dentro y fuera de la provincia. LA GACETA

“El indie tuvo un gran momento, pero hoy está mutando hacia otros sonidos: un rock más crudo, más post punk, más diverso”, señala. Para él, hoy el término “indie” perdió precisión. “En Argentina se abusó del concepto. Antes significaba independencia y DIY; ahora muchos lo usan como sinónimo de pop”, refiere.

Su apuesta, dice, va más allá de los shows porteños. “Lo fuerte es exportar Tucumán. Crear espacios profesionales para que las bandas locales puedan decir algo y que ese mensaje viaje”, comenta. “Es un momento difícil para producir: la gente quiere ir, pero muchas veces no puede pagar una entrada. Por eso necesitamos espacios que cuiden al público y al músico”, suma.

Aun así, ve un horizonte potente, especialmente con festivales como el Urban Indie: “El cruce entre lo urbano, lo indie y lo experimental es lo que hoy hace crecer a la escena”.

“Es moda, es música y es ideología”

Mientras la música sacude el coliseo del Parque 9 de Julio, la feria vintage La Manifiesto atrae la atención de los que rondan la parte más alta del recinto. Sofía Olivares (26) de Cherry Vintage y parte del colectivo, observa al público desde su stand y nota algo que flota en el aire. “Hay algo acá, la gente viene lookeada distinta y buscan mucho lo único, lo artesanal”, dice.

DE CHERRY VINTAGE. Sofía Olivares, parte de La Manifiesto, reflejó la alianza entre moda independiente y escena musical. LA GACETA DE CHERRY VINTAGE. Sofía Olivares, parte de La Manifiesto, reflejó la alianza entre moda independiente y escena musical. LA GACETA
EN LA ÓRBITA DE LA MODA. La feria vintage La Manifiesto sumó color y creatividad al festival, con prendas únicas y diseñadores tucumanos. LA GACETA EN LA ÓRBITA DE LA MODA. La feria vintage La Manifiesto sumó color y creatividad al festival, con prendas únicas y diseñadores tucumanos. LA GACETA

Cuenta que los músicos tucumanos, como Maze2k y La Ruth, también colaboran con diseñadores locales y que esa sinergia es parte del encanto del Urban Indie. “No es solo ropa, es moda, es música y es ideología: significa valorar lo nuestro y la propuesta visual”. Para ella, este festival funciona porque entiende que en Tucumán la estética es parte de la identidad creativa.

Marcela Vidal, más conocida como Gorda Resucitada, estuvo entre el público, la feria y los pogos del festival.. Su presencia, al igual que la de muchos músicos tucumanos —aunque no formaran parte del line-up— reafirma algo central dentro de la escena, que el indie es comunidad. Sobre el Urban Indie rescata su amplitud estética. “Me gusta que convivan poéticas distintas. Eso resiste a la unificación del sistema”, manifiesta.

UNA DE LAS ARTISTAS PRESENTES. Marcela Vidal, Gorda Resucitada, estuvo entre el público y fiel a la comunidad musical tucumana. LA GACETA UNA DE LAS ARTISTAS PRESENTES. Marcela Vidal, Gorda Resucitada, estuvo entre el público y fiel a la comunidad musical tucumana. LA GACETA

Pero para ella, este universo siempre fue más una cuestión de sonoridad que de discurso. “Es un género potente, pero su valor está más en el sonido que en lo que dice”, reflexiona. Y agrega una idea que dialoga con la lectura de los productores: “En un momento donde la industria quiere que todo suene igual, estos espacios abren búsquedas distintas”.

“Es bancarse entre amigos”

En el campo, cada quien completa la definición de indie desde su experiencia personal. Catalina Lanzi (24) lo concibe como identidad colectiva: “Es bancarse entre amigos. Eso se volvió cultura”. A su lado, Camila Sánchez (22) valora su indefinición: “Me gusta que no se pueda etiquetar. Es música que acompaña todos los momentos”.

TESTIGOS DE LA CULTURA. Para Camila y Catalina el indie es difícil de catalogar, pero es donde pertenecen. LA GACETA TESTIGOS DE LA CULTURA. Para Camila y Catalina el indie es difícil de catalogar, pero es donde pertenecen. LA GACETA

Pablo Maurin Lemir (26) celebra la presencia tucumana en el line-up. “Es clave que haya artistas de acá. La comunidad es enorme”. Mijal Soria (23) rescata lo emocional: “Es un espacio amoroso. Lo que pasa en el escenario también es cultura”. Y Maia Kir (22) resume lo que muchos sienten, incluso sin decirlo: “Es mi zona de confort. Mi lugar”.

ENTRE EL PÚBLICO. Para muchos jóvenes, el Urban Indie funciona como zona de confort, espacio de encuentro y celebración estética. LA GACETA ENTRE EL PÚBLICO. Para muchos jóvenes, el Urban Indie funciona como zona de confort, espacio de encuentro y celebración estética. LA GACETA

Al final del día, el Urban Indie dejó algo más que pogos, looks y una lista de artistas que crece fecha a fecha: dejó en evidencia que Tucumán encontró en esta cultura un lenguaje propio. No se trata solo de seguir una tendencia global, sino de apropiarse de ella, mezclarla con identidades locales y convertirla en una forma de comunidad.

En una provincia donde la autogestión siempre fue motor creativo, el indie no llegó como moda: se volvió territorio, pertenencia y una manera de habitar la escena. Y es ahí, en esa mezcla de libertad, riesgo y afecto, donde Tucumán construyó su propia definición.

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