Devoción a la Virgen: el arzobispo Carlos Sánchez contó cómo se vivió su día
El arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, hizo un balance del intenso fin de semana largo que dejó la celebración de la Inmaculada Concepción de María, una de las manifestaciones de fe más multitudinarias de la provincia. Entre tormentas, peregrinos incansables, bendiciones al paso y reflexiones de fin de año, el cura describió cómo vivió la fiesta y cuáles son, hoy, las preocupaciones más profundas de la gente.
Durante una charla con LA GACETA, Sánchez relató que junto al padre Roberto celebraron en las parroquias Virgen del Valle e Inmaculada Concepción, y luego viajaron hacia el santuario de La Reducción. El camino fue complicado: lluvia intensa, poca visibilidad y autopistas casi a paso de hombre. “Pensábamos que no iba a haber gente… pero ¡no arrugó nadie! Los peregrinos estaban en la ruta bajo la tormenta”, contó.
La imagen al llegar a La Reducción fue impactante: fieles de todas las edades, familias completas con niños en cochecitos, jóvenes y adultos mayores. “Muchísima gente, una fe que sigue creciendo”, destacó. La organización del santuario, en coordinación con la municipalidad y las instituciones civiles, permitió vivir una noche serena, con confesiones, bendiciones y una procesión que esta vez pudo realizarse sin lluvia.
Incluso después de la misa de medianoche, la devoción no se frenaba. “A las 5 de la mañana, con una luna preciosa, seguían llegando peregrinos de Alderetes, Villa Angelina, Banda del Río Salí… Increíble”.
Foto de Analia Jaramillo
Las preocupaciones que más escucha
Consultado sobre lo que la gente le transmite en la calle, Sánchez no dudó: “Lo que más se escucha es la angustia por la situación económica. ‘No nos alcanza’, me repiten. También el dolor de la enfermedad y la necesidad de trabajo”.
Por eso invitó a “crecer en solidaridad”, especialmente en estas semanas previas a la Navidad.
En su mensaje final, Sánchez ofreció una reflexión sobre el ritmo acelerado de diciembre. “Nos gana la ansiedad, pero no es el fin del mundo, es fin de año. Seamos pacientes. Lo que no salió, volvamos a presentarlo como objetivo. Y disfrutemos: de la familia, de los amigos, de la Navidad”.





















