Cultura, geografía y realidades de los países cuyas selecciones debutarán en el próximo Mundial de la FIFA

Minúsculos territorios paradisíacos, lugares que exudan historia y tupidas selvas: turismo, música, gastronomía y fauna de los países que jugarán –o que podrían jugar- por primera vez la gran cita futbolística.

Cultura, geografía y realidades de los países cuyas selecciones debutarán en el próximo Mundial de la FIFA
Santiago Pérez Cerimele
Por Santiago Pérez Cerimele 10 Diciembre 2025

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La ampliación del cupo de selecciones que diputarán el Mundial 2026 no solo beneficia lo deportivo: también abre -en algunos casos, por primera vez- una ventana cultural enorme. Detrás de cada selección debutante hay un territorio singular, con geografías que van desde el Caribe hasta Asia  central, y con culturas que, en muchos casos, resultan verdaderos mosaicos históricos.

Uzbekistán es un país de 36 millones de habitantes, en pleno corazón de Asia central. Heredero directo de la “Ruta de la Seda”, sus ciudades de cúpulas azules -Samarcanda y Bujará- figuran entre los destinos más impresionantes del mundo islámico. Su economía se apoya en la agricultura, en el gas y en la minería.

Jordania es turismo por antonomasia. Con la antigua ciudad de Petra -escenario de la película “Indiana Jones y la última cruzada” (1989)- como imagen global y el mar Muerto como maravilla natural, recibe millones de visitantes al año. Cuenta con 11 millones de habitantes; y su economía depende del turismo -principalmente-, de los servicios y de los fosfatos.

Cabo Verde es un archipiélago volcánico de apenas 520.000 habitantes. Famoso por su música -la morna- y por sus playas de arena fina. El turismo representa su principal ingreso: las islas de Sal y de Boa Vista son destinos de moda en Europa.

En un territorio de 444 km² en el Caribe neerlandés, Curazao mezcla playas espectaculares, arquitectura colonial pintada de colores y una economía basada en el turismo y en servicios financieros que la conectan con todo el continente.

Más al sur, Surinam aparece como una rareza sudamericana: un país tropical, de selva profunda, aunque culturalmente más cercano al Caribe y a los Países Bajos que a sus vecinos. Es uno de los territorios más diversos del continente.

En Oceanía, Nueva Caledonia ofrece una de las lagunas más grandes del mundo y una identidad marcada por la cultura kanak. Aunque sea un territorio francés, sus paisajes lo acercan más a la Polinesia que a Europa.

La República del Congo, en África central, guarda una de las selvas más densas del planeta y parques nacionales considerados de los más atractivos para los amantes de la fauna africana.

En Europa, Albania, Eslovaquia, Macedonia del Norte y Kosovo añaden una cuota histórica: todos formaron parte -directa o indirectamente- de procesos políticos complejos. Albania ofrece playas comparables a Grecia; Eslovaquia presume de castillos medievales; Macedonia del Norte tiene el lago Ohrid, patrimonio de la humanidad, y Kosovo despliega una gastronomía que mezcla influencias otomanas y balcánicas.

Cada uno de estos países llega -o, en el caso de los que aún no clasificaron, podría llegar- al Mundial con su propio encanto. Y así como sus selecciones intentarán sorprender en la cancha, sus culturas prometen cautivar a un público que, hasta ahora, casi no había reparado en ellos.

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