De las fanfarronadas de Bobby Riggs y la victoria de Billie Jean King que se hizo película al duelo Kyrgios–Sabalenka
El tenis ya vivió otras batallas similares. De la victoria de Billie Jean King, pasando por duelos de exhibición que mezclaron espectáculo, ego y negocio, hasta llegar al cruce anunciado entre el australiano y la bielorrusa.
El duelo anunciado entre Nick Kyrgios y Aryna Sabalenka se inscribe en una larga tradición de partidos de exhibición que enfrentaron a hombres y mujeres en el tenis.
Desde la victoria fundacional de Billie Jean King contra Bobby Riggs en 1973 hasta el partido de exhibición que este domingo enfrentará en Dubái al australiano Nick Kyrgios con la número uno del mundo, Aryna Sabalenka, la historia del tenis ha estado marcada por varias “batallas de los sexos” en distintos contextos.
Mayo de 1973: la “masacre del Día de la Madre”
Ganador de Wimbledon en 1939 y de dos US Open (1939 y 1941), el exnúmero uno mundial Bobby Riggs, fallecido en 1995, también fue un campeón de la provocación.
“Ninguna jugadora en activo podría jamás vencer a un retirado”, fanfarroneaba el estadounidense tras haber puesto fin a su carrera profesional en 1969.
La australiana Margaret Court fue la primera en aceptar el desafío, el 13 de mayo de 1973, con motivo del Día de la Madre. Aunque ese año ganó sus tres últimos títulos de Grand Slam, la diestra de 30 años no logró desmentir a Riggs, que tenía 55. El estadounidense se impuso por 6-2 y 6-1 en Ramona (California), en un partido que él mismo bautizó de inmediato como la “masacre del Día de la Madre”.
Septiembre de 1973: la pionera BJK
Cuatro meses después del descalabro de Court, otra estrella del tenis consiguió la venganza. La estadounidense Billie Jean King, de 29 años, derrotó a Riggs por 6-4, 6-3 y 6-3 en la más célebre “batalla de los sexos” de la historia del tenis.
Disputado en Houston (Texas) ante más de 30.000 personas y seguido por más de 90 millones de telespectadores, el encuentro del 20 de septiembre de 1973 se convirtió en un punto de inflexión para las jugadoras, que reclamaban premios económicos equivalentes a los de sus pares masculinos.
King era la principal figura de ese movimiento por la paridad y acababa de fundar la WTA. Tres años antes, ella y otras ocho tenistas —apodadas las “Original Nine”— habían desafiado a las autoridades del tenis al crear las Virginia Slims Series, un circuito femenino profesional y autónomo, con premios superiores a los de los torneos tradicionales.
“Nos habría hecho retroceder 50 años si no hubiera ganado este partido”, sostuvo la estadounidense tras su victoria frente a Riggs. “Más que por la gloria, era importante vencerlo por el cambio social y por la forma en la que el público y el deporte veían a las jugadoras”, agregó.
En 2017 se estrenó una película inspirada en ese duelo, Battle of the Sexes, con Emma Stone en el papel de King y Steve Carell en el de Riggs.
Septiembre de 1992: la “batalla de los campeones”
Diecinueve años después de su derrota ante King, Riggs participó como comentarista de televisión en la lucrativa “batalla de los campeones” entre los estadounidenses Jimmy Connors, de 40 años, y Martina Navratilova, de 35.
“Tendrá más presión porque el problema del ego es más importante en los hombres”, opinó la exnúmero uno mundial un mes antes del duelo. Connors, por su parte, consideró que se trataba más de un “negocio” que de una revancha deportiva, consciente de que el ganador recibiría un cheque de 500.000 dólares.
El 25 de septiembre de 1992, el jugador con 109 títulos —un récord que sigue vigente en 2025— se impuso por 7-5 y 6-2 en un hotel-casino de Las Vegas.
Siete años antes, Navratilova y su compañera de dobles Pam Shriver habían ganado otra “batalla de los sexos” al vencer por 6-3, 6-2 y 6-4 a la pareja integrada por Riggs, entonces de 67 años, y el estadounidense Vitas Gerulaitis. Este último había sostenido previamente que el dominio de Navratilova en el circuito femenino se explicaba porque “el 95% de las mujeres no saben jugar” al tenis.
Más recientemente, las hermanas Venus Williams y Serena Williams —frente al alemán Karsten Braasch, en 1998, en Melbourne— y la belga Justine Henin —ante Yannick Noah, en 2003, en Bruselas— perdieron partidos de exhibición ante hombres.



















