16 Marzo 2011
MADRID.- El responsable de descontaminar la zona afectada por la explosión nuclear de Chernobyl, entre 1986 y 1991, Yuli Andreev, opina que es una irresponsabilidad dejar en manos de una empresa la situación crítica por la que pasa la planta de Fukushima 1, en Japón.
A su juicio "no se ha aprendido de los errores", porque los operarios de una compañía privada como la de Fukushima carecen de preparación para enfrentarse a una emergencia de semejante magnitud.
"La industria atómica no está interesada en aprender las lecciones de las catástrofes nucleares. Cualquier mención sobre una catástrofe hace que caiga la imagen pública de la energía atómica. Por eso tratan de ocultar cualquier mención a un escenario catastrófico", subrayó.
"Es necesario crear un grupo internacional especializado en este tipo de situaciones para aprender de otros desastres, como Three Mile Island (EEUU) o Chernobyl", explicó, en una entrevista que publica el diario El Mundo, de España.
Ese cuerpo internacional de intervención de emergencia atómica debería contar con una estructura independiente de la industria nuclear y del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Este último organismo, opinó, responde a los intereses de la industria nuclear, porque prácticamente todos sus expertos provienen de empresas del sector o están vinculados de alguna manera, por lo que sus apreciaciones deben de tomarse con cautela.
También cree que la OIEA es poco eficaz en una situación como la actual, ya que depende de la información que le entreguen los estados miembros y del juego de la diplomacia.
Andreev, de 73 años, explicó que en abril de 1986, en la planta atómica ucraniana de Chernobyl pasó algo parecido. Los operarios carecían de formación para solventar la situación y tuvo que ser el Ejército soviético el que creó una unidad científica para gestionar el efecto del accidente nuclear.
El futuro
El experto consideró que Fukushima no será un nuevo Chernobyl, sino que el escenario más probable es que se produzca algún tipo de fuga radiactiva "no muy poderosa" pero sí prolongada en el tiempo, durante días o semanas, hasta que se estabilice la situación.
"Si hubiera una fuga significativa, las tareas de descontaminación serían muy complicadas, porque es un área muy densamente poblada", apuntó Andreev, y agregó que la zona más cercana a la central sería muy difícil de recuperar. (Especial)
A su juicio "no se ha aprendido de los errores", porque los operarios de una compañía privada como la de Fukushima carecen de preparación para enfrentarse a una emergencia de semejante magnitud.
"La industria atómica no está interesada en aprender las lecciones de las catástrofes nucleares. Cualquier mención sobre una catástrofe hace que caiga la imagen pública de la energía atómica. Por eso tratan de ocultar cualquier mención a un escenario catastrófico", subrayó.
"Es necesario crear un grupo internacional especializado en este tipo de situaciones para aprender de otros desastres, como Three Mile Island (EEUU) o Chernobyl", explicó, en una entrevista que publica el diario El Mundo, de España.
Ese cuerpo internacional de intervención de emergencia atómica debería contar con una estructura independiente de la industria nuclear y del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Este último organismo, opinó, responde a los intereses de la industria nuclear, porque prácticamente todos sus expertos provienen de empresas del sector o están vinculados de alguna manera, por lo que sus apreciaciones deben de tomarse con cautela.
También cree que la OIEA es poco eficaz en una situación como la actual, ya que depende de la información que le entreguen los estados miembros y del juego de la diplomacia.
Andreev, de 73 años, explicó que en abril de 1986, en la planta atómica ucraniana de Chernobyl pasó algo parecido. Los operarios carecían de formación para solventar la situación y tuvo que ser el Ejército soviético el que creó una unidad científica para gestionar el efecto del accidente nuclear.
El futuro
El experto consideró que Fukushima no será un nuevo Chernobyl, sino que el escenario más probable es que se produzca algún tipo de fuga radiactiva "no muy poderosa" pero sí prolongada en el tiempo, durante días o semanas, hasta que se estabilice la situación.
"Si hubiera una fuga significativa, las tareas de descontaminación serían muy complicadas, porque es un área muy densamente poblada", apuntó Andreev, y agregó que la zona más cercana a la central sería muy difícil de recuperar. (Especial)
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