01 Agosto 2011
EN LA QUEBRADA. La Policía salteña buscó pistas el sábado y ayer en el lugar donde encontraron a las mujeres. TELAM
SALTA.- Cassandre Bouvier nació en Francia hace 29 años en Francia. Trabajaba en el Instituto de Altos Estudios de América Latina (Iheal, en francés). El 23 de junio, Bouvier había formado parte del comité de Organización de un coloquio internacional en Buenos Aires que desarrolló en la sede de la Fundación Los Cedros. Allí, discutió sobre el Orientalismo en América Latina.
En mayo, antes de viajar hacia Argentina, la joven francesa había llegado hasta El Salvador, donde presentó un estudio que había realizado en 2009 sobre la ola migratoria en República Dominicana. Bouvier llevaba un tiempo trabajando como investigadora en una ONG que se dedica a la lucha contra la pobreza en América Latina.
Houria Moumni tenía 23 años. Residía en Francia pero era originaria de Marruecos. Su obsesión había sido realizar una comparación urbana entre Europa y América, como parte de la sede francesa del Instituto de las Américas. Por eso, participó de varios congresos de sociología, entre ellos uno organizado por el IHEAL, donde conoció a Bouvier. Desde entonces, las muchachas se hicieron muy amigas.
Las mujeres habían decidido recorrer el norte Argentino. Llegaron a Salta el 11 de julio procedentes de Buenos Aires y en un ómnibus de la empresa Chevallier. Eligieron alojarse en el hostal Del Cerro, ubicado en la esquina de Santa Fe casi esquina Mendoza, en el centro salteño.
El último dato que tenían de ellas los dueños del hostal era que habían salido a realizar una excursión el 15 de julio, y no regresaron.
A pesar de que las turistas francesas habían comentado que el 19 de julio se marcharían, y que habían dejado sus pertenencias, en lugar donde se alojaban a nadie pareció llamarle la atención.
El viernes, dos chaqueños que estaban realizando un recorrido por el circuito turístico conocido como la Quebrada de San Lorenzo, hallaron el cuerpo de las francesas a la ladera de un camino.
"Hay muestras que se tomaron de las víctimas y que contienen ADN. Una de ellas tenía pelo en el puño en su mano cerrada, como que habría peleado con alguien y le habría arrancado pelos. (Los cabellos) han sido adecuadamente preparados por si surge algún sospechoso y poder comparar con alguna muestra de alguien", explicó el juez Martín Pérez, a cargo de la investigación. El magistrado señaló que también se realizaron hisopados vaginales, porque una de las chicas sufrió un ataque sexual.
Los cuerpos de las investigadores europeas estaban a un costado del primer tramo del recorrido final, boca abajo, aproximadamente a unos cinco metros de la angosta senda peatonal. El juez Pérez informó que una de las víctimas tenía un proyectil calibre 22 en la cabeza y su pantalón tenía toda la costura abierta, además de toda la ropa deteriorada.
La otra joven tenía el pantalón bajado hasta las rodillas y el disparo lo recibió por la espalda, con orificio de salida. El magistrado aseguró que en base a la autopsia, la fecha de la muerte es de tres días a partir del hallazgo, por lo que estima que los crímenes pudieron haberse cometido el martes.
Los investigadores creen que las turistas no fueron asesinadas donde fueron encontrados los cadáveres, y que los cuerpos fueron arrastrados hasta ese lugar, al tiempo que procuran determinar si estuvieron secuestradas antes de ser asesinadas.
También apuntan a que, dada las especiales características del terreno donde aparecieron los cuerpos y sus alrededores, el asesino podría llegar a ser alguien de la zona.
Ayer al mediodía, la Policía detuvo a dos pobladores de la zona, luego de un intenso rastrillaje por el paseo turístico. Allí, los investigadores encontraron un teléfono celular, un chip y un cable de una cámara fotográfica digital, que habrían pertenecido a las turistas.
"Estamos ante un caso sumamente complicado. Todo esto es muy loco, agresivo, violento, fuerte. Uno debe empezar a abrir un abanico de posibilidades. Puede haber más de un victimario. El hecho está caratulado como ?doble homicidio?", explicó Pérez.
El magistrado afirmó que no imaginaba que un sujeto concurra al lugar y se oculte, por ejemplo, tras un árbol esperando para atacar turistas, reafirmando su hipótesis de que no las mataron allí. Entre esas hipótesis, Pérez cree que podrían haberla tenido secuestradas varios días antes de asesinarlas.
Por su parte, un grupo de vecinos de San Lorenzo se reunieron ayer al mediodía en la subcomisaría de la zona, para interiorizarse de lo que pasó. "Estamos alarmados porque en San Lorenzo no es común un hecho de este tipo", dijo una vecina.
El gobernador Juan Manuel Urtubey aclaró que el lugar en el que se produjo el hallazgo posee una explotación privada. "Se trata de un contrato entre dos privados, de los cuales una sociedad se llama Los Maitines y la otra Pumas, que es una empresa habilitada para esa prestación, tanto por el municipio de San Lorenzo como por el Ministerio de Turismo de la provincia", afirmó.
"Es un espacio privado de acceso público", sostuvo Urtubey, quien precisó que se están haciendo las conexiones para dar con los familiares de las víctimas. "No vamos a avanzar en especulaciones. Sería una gran irresponsabilidad del gobierno de Salta", expresó el mandatario. (Especial)
En mayo, antes de viajar hacia Argentina, la joven francesa había llegado hasta El Salvador, donde presentó un estudio que había realizado en 2009 sobre la ola migratoria en República Dominicana. Bouvier llevaba un tiempo trabajando como investigadora en una ONG que se dedica a la lucha contra la pobreza en América Latina.
Houria Moumni tenía 23 años. Residía en Francia pero era originaria de Marruecos. Su obsesión había sido realizar una comparación urbana entre Europa y América, como parte de la sede francesa del Instituto de las Américas. Por eso, participó de varios congresos de sociología, entre ellos uno organizado por el IHEAL, donde conoció a Bouvier. Desde entonces, las muchachas se hicieron muy amigas.
Las mujeres habían decidido recorrer el norte Argentino. Llegaron a Salta el 11 de julio procedentes de Buenos Aires y en un ómnibus de la empresa Chevallier. Eligieron alojarse en el hostal Del Cerro, ubicado en la esquina de Santa Fe casi esquina Mendoza, en el centro salteño.
El último dato que tenían de ellas los dueños del hostal era que habían salido a realizar una excursión el 15 de julio, y no regresaron.
A pesar de que las turistas francesas habían comentado que el 19 de julio se marcharían, y que habían dejado sus pertenencias, en lugar donde se alojaban a nadie pareció llamarle la atención.
El viernes, dos chaqueños que estaban realizando un recorrido por el circuito turístico conocido como la Quebrada de San Lorenzo, hallaron el cuerpo de las francesas a la ladera de un camino.
"Hay muestras que se tomaron de las víctimas y que contienen ADN. Una de ellas tenía pelo en el puño en su mano cerrada, como que habría peleado con alguien y le habría arrancado pelos. (Los cabellos) han sido adecuadamente preparados por si surge algún sospechoso y poder comparar con alguna muestra de alguien", explicó el juez Martín Pérez, a cargo de la investigación. El magistrado señaló que también se realizaron hisopados vaginales, porque una de las chicas sufrió un ataque sexual.
Los cuerpos de las investigadores europeas estaban a un costado del primer tramo del recorrido final, boca abajo, aproximadamente a unos cinco metros de la angosta senda peatonal. El juez Pérez informó que una de las víctimas tenía un proyectil calibre 22 en la cabeza y su pantalón tenía toda la costura abierta, además de toda la ropa deteriorada.
La otra joven tenía el pantalón bajado hasta las rodillas y el disparo lo recibió por la espalda, con orificio de salida. El magistrado aseguró que en base a la autopsia, la fecha de la muerte es de tres días a partir del hallazgo, por lo que estima que los crímenes pudieron haberse cometido el martes.
Los investigadores creen que las turistas no fueron asesinadas donde fueron encontrados los cadáveres, y que los cuerpos fueron arrastrados hasta ese lugar, al tiempo que procuran determinar si estuvieron secuestradas antes de ser asesinadas.
También apuntan a que, dada las especiales características del terreno donde aparecieron los cuerpos y sus alrededores, el asesino podría llegar a ser alguien de la zona.
Ayer al mediodía, la Policía detuvo a dos pobladores de la zona, luego de un intenso rastrillaje por el paseo turístico. Allí, los investigadores encontraron un teléfono celular, un chip y un cable de una cámara fotográfica digital, que habrían pertenecido a las turistas.
"Estamos ante un caso sumamente complicado. Todo esto es muy loco, agresivo, violento, fuerte. Uno debe empezar a abrir un abanico de posibilidades. Puede haber más de un victimario. El hecho está caratulado como ?doble homicidio?", explicó Pérez.
El magistrado afirmó que no imaginaba que un sujeto concurra al lugar y se oculte, por ejemplo, tras un árbol esperando para atacar turistas, reafirmando su hipótesis de que no las mataron allí. Entre esas hipótesis, Pérez cree que podrían haberla tenido secuestradas varios días antes de asesinarlas.
Por su parte, un grupo de vecinos de San Lorenzo se reunieron ayer al mediodía en la subcomisaría de la zona, para interiorizarse de lo que pasó. "Estamos alarmados porque en San Lorenzo no es común un hecho de este tipo", dijo una vecina.
El gobernador Juan Manuel Urtubey aclaró que el lugar en el que se produjo el hallazgo posee una explotación privada. "Se trata de un contrato entre dos privados, de los cuales una sociedad se llama Los Maitines y la otra Pumas, que es una empresa habilitada para esa prestación, tanto por el municipio de San Lorenzo como por el Ministerio de Turismo de la provincia", afirmó.
"Es un espacio privado de acceso público", sostuvo Urtubey, quien precisó que se están haciendo las conexiones para dar con los familiares de las víctimas. "No vamos a avanzar en especulaciones. Sería una gran irresponsabilidad del gobierno de Salta", expresó el mandatario. (Especial)
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